De los 20.000 leones que aún quedan en África, casi la mitad podría desaparecer en las próximas dos décadas, advierte un estudio publicado por la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El estudio, llevado a cabo durante 20 años a partir de 47 diferentes poblaciones de leones, indica que su número se reduce en todo el continente africano, excepto en un puñado de países del sur, Botsuana, Namibia, Sudáfrica y Zimbabue.
Los investigadores estiman que África contaba con una población de alrededor 200.000 leones a mitad del siglo XX, es decir 10 veces más que en la actualidad. «Ahora, los leones sobreviven en el 25% de su área de repartición histórica», lamenta el Dr. Philipp Henschel de la ONG estadounidense de protección de felinos, Panthera, y coautor del informe.
La situación es crítica en África central y occidental, en donde los especialistas, en base a la evolución de las poblaciones de grandes felinos desde 1990, estiman que la mitad de los leones podría desaparecer en los próximos veinte años, y en donde sobreviven únicamente dos grandes poblaciones de felinos, una de 350 cabezas en la frontera entre Benín, Burkina Faso y Níger, y la otra de 250 en Camerún.
En África occidental, el león ya se considera «en peligro crítico de extinción», según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), pero los investigadores esperan convencer a la ONG de clasificar a este animal también en esta categoría en África central y oriental, donde actualmente se lo considera como «vulnerable».
La desaparición de los leones se explica, entre otros, por la acción humana. Las zonas de caza de los felinos han sido convertidas en tierras agrícolas o de pastoreo, los animales de los que se alimentan, como los antílopes, son cazados por los humanos, y a menudos son víctimas de matanzas para proteger al ganado.
También son víctimas, aunque en menor proporción, de cazadores que buscan su piel o huesos, que se usan para elaborar remedios asiáticos.
«La protección de los leones necesita mucho esfuerzo, y sobre todo bastante dinero», afirma el Dr. Henschel, quien cita como ejemplo el parque Kruger, en Sudáfrica, que cuenta con importantes recursos financieros públicos, que «reinvierte en la protección de los animales».
«Un estudio reciente mostró que se necesita alrededor de 2.000 dólares por km2 y por año para proteger eficazmente a los leones, pero la mayoría de las zonas protegidas cuenta con 100 veces menos o no reinvierte lo suficiente», explica el científico.
Fuente: El Universo