Cinco grandes temas, diez mandamientos y un objetivo, sería el resumen del mensaje con motivo del Tercer Informe de Gobierno, joya del pragmatismo peñanietista. No hubo sorpresas, salvo la creación de una Secretaría de Cultura y la emisión de bonos para la educación.
El corte de caja fue solemne y acartonado; edulcorado; semejante al discurso de toma de posesión. No sirvió para responder a la desconfianza, reconocida por el propio presidente Peña Nieto al iniciar el discurso.
No hubo esbozo de autocrítica sino aceptación de lo obvio: el efecto devastador de la fuga “imperdonable” de El Chapo, la tragedia por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y el escándalo por el sospechoso conflicto de interés soterrado en La Casa Blanca (de Las Lomas).
El tuétano del mensaje estuvo en lo más urgente. La economía es la principal preocupación del Ejecutivo, como lo es de la sociedad. Para apaciguar el pasmo nacional Peña Nieto reitera que no habrá nuevos impuestos ni aumento a los existentes; tampoco se usará la tarjeta de crédito para endeudar más al país… y sí en cambio –como todos esperamos– el Gobierno se apretará el cinturón.
El bolsillo de los mexicanos no entiende esas explicaciones. Si el país es víctima de la volatilidad exterior, si no crecemos por factores foráneos, lo mismo da. Cuando el dinero no alcanza, el canto de las sirenas y los “broncos” resulta seductor. Si la gente no percibe resultados, los votantes buscarán otras alternativas. En política, percepción es realidad.
La condena presidencial a la demagogia y el populismo no fue gratuita, ni abstracta. Peña Nieto sabe del encono social; bastan una chispa y una arenga mesiánica para que el pueblo de la espalda al proyecto para “mover” a México.
Más allá del miedo, el mensaje pone a colores los grandes pendientes… despeja “el balón” a la cancha del Poder Legislativo, donde duermen las leyes secundarias en materia de justicia penal, transparencia y combate a corrupción e impunidad… entre muchas.
Al mediodía de su mandato el Presidente habla de cimientos construidos y acciones enérgicas para relanzar su mandato, y hacer de México una potencia mundial, cuando mejore la coyuntura mundial…
¿Habrá tanto tiempo, tanto espacio y tanta paciencia?
EL MONJE LOCO: Después de seis meses y días, por fin México tendrá embajador en Washington. El doctor Miguel Basánez fue ratificado por el Senado. Presentará cartas credenciales al presidente Obama el próximo martes…