Poco más de nueve meses después de que el Congreso del Estado aprobara el traslado de los restos mortales de Juan José Arreola a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, finalmente las cenizas del autor de “La feria” llegaron al monumento que rinde tributo a hombres y mujeres que —de alguna manera— contribuyeron a construir la grandeza de Jalisco.
A 97 años de su nacimiento, Arreola arribó a su última morada tras un homenaje en el Paraninfo Enrique Díaz de León, seguido de una larga procesión hasta la Avenida Alcalde, donde luce ya con un rostro rejuvenecido en la estatua realizada por Rubén Orozco. Su hijo, Orso Arreola, lució sereno, tranquilo y satisfecho por el honor a su padre, “un hombre íntegro” en palabras del gobernador del Estado, Aristóteles Sandoval.
Tras un largo proceso, los restos de Juan José Arreola descansan ya en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres; Orso, hijo del autor de “La feria” manifestó su satisfacción con un rostro de serenidad y discreta alegría
La tranquilidad le llegó a Orso Arreola Sánchez desde las seis de la mañana de ayer. Al fin concluía un proceso muy largo en el cual el Congreso del Estado aprobó que los restos de su benemérito padre, Juan José Arreola, fueran a descansar a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, al fin en el lugar que le corresponde… al fin los dos estarían en paz.
Ni la multitud que esperaba afuera del Paraninfo Enrique Díaz de León, de la UdeG, le quitó la serenidad. Ahí estaban todos los que querían darle el último adiós a su padre: Autoridades universitarias y del gobierno; personalidades de la cultura, estudiantes, jóvenes y curiosos, muchos que no alcanzaron a entrar al recinto y vieron la ceremonia desde la Rambla Cataluña, acondicionada para la ocasión.
Minutos después de las 10:00 horas, el gobernador Aristóteles Sandoval, el consejo de rectores de la UdeG y la secretaria de Cultura, Myriam Vachez Plagnol, encabezaron las primeras tres guardias de honor. Después, Juan Manuel Durán Juárez, director de la Biblioteca Pública del Estado “Juan José Arreola”, recordó la importancia literaria del que fue su antecesor: “Arreola pertenece a una generación de intelectuales jaliscienses que con su obra logra que la experiencia pueblerina se convierta en universal”.
Orso subió al estrado, acompañado de su familia, para la cuarta guardia. Vestido impecable con camisa blanca y traje negro, mantuvo todo el tiempo la mirada firme y serena, viendo cómo las expectativas que tenía para ese momento estaban siendo rebasadas, recibiendo orgulloso la fraternidad y el afecto de la comunidad que significó tanto para su progenitor.
Más tarde, las cenizas de su padre fueron custodiadas por una guardia de honor hasta la salida del Paraninfo, donde un Pontiac descapotable en color olivo metálico esperaba para trasladarlas a la Rotonda, seguidos por una procesión de cientos de personas.
Fuente: El Informador.mx