Federico Figueroa, presuntamente vinculado con la delincuencia organizada, tramitó ayer un amparo para evitar ser detenido por la autoridad federal.
De acuerdo con abogados de Figueroa, hermano del fallecido cantautor Joan Sebastian, el morelense iba a acudir ayer a las oficinas de la SEIDO para rechazar las acusaciones que se le imputan.
En diversas narcomantas colgadas en Cuernavaca y Zacatepec se le ha acusado de ser el líder de la organización criminal Guerreros Unidos y de estar vinculado con la desaparición de los normalistas en Iguala.
«Señores guerrerenses, padres de normalistas de Ayotzinapa, no se dejen engañar, que tampoco se les olvide lo de sus hijos y familiares, pregunten a Federico Figueroa dónde están», se leía en los mensajes.
Figueroa intentó presentarse ante la SEIDO para deslindarse de esos señalamientos, pero la captura de Gildardo López Astudillo, «El Gil», cambió sus planes.
«El Gil» presuntamente firmó otra manta exhibida en octubre en la que señala a Figueroa como integrante de los Guerreros Unidos.
Involucra además a un capitán y un teniente del 27 Batallón de Infantería, identificados como Barbosa y Crespo, al diputado local priista Héctor Vicario y a los hermanos de Mario Casarrubias.
Fuente: Reforma