El Barcelona sacó un raquítico empate contra el Roma (1-1) en el debut de la Champions, en el que los de Luis Enrique se mostraron muy blandos ante un rival al que marearon en exceso pero que no supieron rematarlo, y en cambio el cuadro de Rudi García igualó el encuentro con un golazo del lateral Florenzi.
El Roma, que venía de exhibir un fútbol atrevido y ofensivo, corrigió a la baja sus pretensiones contra el Barcelona y en un mezcla de prudencia y respeto a los azulgrana echó las líneas atrás, adelantó un poco la defensa y pobló el centro del campo para impedir que el balón circulase con mucha soltura para los de Luis Enrique.
Así, mientras el Barcelona dispuso con cierta comodidad del balón, aunque con poca producción ofensiva, el Roma tuvo claro que tendría pocas oportunidades y que ellas quizá saldrían de errores del rival o en contragolpes.
Fuente: Milenio