“De no haber sido por la actuación, seguramente me hubieran matado las drogas”, confesó Tony Montana –personaje estelar de Scarface (Cara cortada, en español)–.
“Yo no tuve educación, ni fui a la escuela; era un vagabundo hasta que descubrí el amor por las artes escénicas”, recitó Shylock –El Mercader de Venecia–.
El Teniente Coronel Frank Slade –el ciego de Scent of a Woman (Perfume de Mujer)– recordó que “de joven era pobre pero feliz, ahora he tenido que pagar el precio de la perversión humana de la fama inhumana”…
“No sabes lo que vale el anonimato hasta que lo pierdes”, lamentó Michael Corleone, el hijo predilecto de El Padrino –quien más admira a Marlon Brando–.
“Yo era Pacino antes que todos conocieran a Pacino y nunca he dejado de luchar por ello”…
“Harrison Ford me debe la vida –dijo en broma–; no entendí Star Wars (La Guerra de las Galaxias) y rechacé el papel de Han Solo”; “cometí un error, no tengo nada que lamentar, nunca lo hago”…
Después de una larga serie de incoherencias, John Milton, el El Abogado del Diablo se plantó de súbito en el escenario, y ofreció, disculpas por presentarse como un borracho sucio.
Al famoso entrevistador Larry King, –leyenda de la televisión estadunidense– sólo le quedó permanecer sentado, mirarlo desde el fondo y ponerse la mano sobre la cabeza.
“Yo sé que han de creer que soy un borracho que estoy haciendo esto por molestarlos, pero me gusta hacerlo y me disculpo por eso. Esa es la sencilla verdad. Tenía que hacerlo porque ni siquiera quería llegar al viaje, tuve que correr”, confesó el actor ante atónitos miles de jóvenes becarios asistentes al evento México Siglo XXI, organizado por la Fundación Telmex.
Al Pacino reveló –riendo– que estaba actuando el papel de un borracho de la obra «The Icemant Cometh» de Eugene O’Neill; “es lo único que se hacer en la vida, me van perdonar…” Logró su objetivo: el público lo perdonó; el aplauso tornó en ovación.
Mientras Al Pacino hablaba –y actuaba–, Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York, –leyenda y rostro del heroísmo del 11/S; apóstol de la “tolerancia cero”– esperaba turno entre bambalinas.
EL MONJE LOCO: Hoy iba a escribir del miedo que no anda en burro; de la guerra declarada por el presidente Peña contra la amenaza populista representada por López Obrador recargado, el más sólido aspirante a Los Pinos, según encuestas… y del bronco significado del crecimiento de los enanos del circo. Ni modo, no hubo espacio; Al Pacino no viene diario.