El periodista Jorge Ramos dejó la comodidad del estudio de Univisión y voló a Iowa, para encarar a Donald Trump –el pre candidato republicano más popular a la presidencia de EU–, notorio por su escandaloso discurso racista contra los migrantes mexicanos.
Ramos pegó tremenda trompada al trompudo trompetero, logró sacarlo de quicio, y notoriedad internacional al ser echado a la fuerza de una conferencia de prensa rutinaria. El incidente provocó 50 mil menciones en Twitter; fue segundo lugar de los Trending Topic globales.
El reportero comió pastel y quemó el mantel, a pesar de que Trump haya declaró a la cadena NBC que Jorge es un «desquiciado».
El reportero inmigrante no es desconocido para el odiado personaje del “postizo” despeinado. Es el periodista estrella de la cadena de televisión hispana más influyente en Estados Unidos.
No sobra recordar que Univisión fue demandada por 500 millones de dólares luego de cancelar un contrato para transmitir los concursos de belleza Miss USA y Miss Universo patrocinados por la empresa The Trump Organization Inc. “Esa decisión fue influenciada por nuestra responsabilidad de hablar a favor de la comunidad a la que servimos», justificó Univisión.
Más allá de la sospecha de un conflicto de interés comercial detrás de la actitud de Ramos, los cuestionamientos del periodista valen porque incrustan el tema migratorio en la agenda de las precampañas presidenciales de EU.
Ojala hubiera más conductores y corresponsales mexicanos semejante compromiso valiente; el asunto no es menor.
Según el censo del Pew Research Center, en 2013 había 33.7 millones de migrantes de origen mexicano –ahora serán 35 millones–cuyos 570 mil negocios generan a la economía de EU 17 mil millones de dólares al año.
El reclamo de Ramos al odioso Trump por la hipocresía de criticar a los mexicanos, y al mismo tiempo beneficiarse de su trabajo, no puede quedarse en la anécdota.
El gobierno de México habría de pronunciarse con mayor vigor; cambiar el tono de las críticas tibias por la contundencia de un sonoro reclamo. Obliga una acción oficial en defensa de 11 millones de ilegales mexicanos expulsados para allá por la pobreza de acá. Que trabajen más la embajada y nuestros 50 consulados en la Unión Americana.
Contra la estupidez, audacia.
EL MONJE LOCO: Fuerte voto de castigo a la tribu Nueva Izquierda. Gobernadores amarillos batean a Jesús Zambrano; ese «Chucho» no coordinará a los diputados del PRD, esta acción es prólogo de la madre de todas las batallas por la presidencia nacional del partido del Sol Azteca.