Bara, bara, lleve su partido, llévelo, llévelooo; los saldos del 7 de junio están en oferta.
Hay que entender este tórrido mes político como el estertor de la pasada elección. Ninguno de los tres “grandotes” quedó satisfecho, ni siquiera el PRI, a pesar de haber conseguido el 29% de los votos.
Del pasado queda la lección para el futuro…
En el PRI, ¿nueva? fachada con el cambio de dirigencia por decisión del Presidente de la República a favor de Manlio Fabio Beltrones; no nos hagamos bolas. La fiesta de la “asunción” será el jueves, al viejo estilo de las “fuerzas vivas”.
En el PAN se cumplió el pronóstico; huestes del mandamás maderista se “mocharon” con el voto a favor del “joven maravilla”, Ricardo Anaya. Ahora lo interesante no será ver cómo ganó –con el pesar de Javier Corral– sino que va a hacer en adelante. ¿Podrá romper el cordón umbilical que lo ata a Gustavo Madero y al gobernador de Puebla?; ¿va a ser un verdadero árbitro?. Una cosa es el triunfo legal y otra el mando legítimo.
El PRD se cuece aparte. Es el más complicado de los tres. No le salen las sumas. Hay hartazgo de puñaladas… y ahora con la novedad de que El Profe René Bejarano –líder de Izquierda Democrática Nacional– pretende vender la idea de un candidote externo que quiera “aventarse” el boleto; mienta a Juan Ramón de la Fuente y a José Woldenberg como probables relevos de Carlos Navarrete. En dado caso, habrán de reformarse primero los estatutos del partido-repartido. El PRD busca mantenerse como la izquierda moderna, dialoguista versus la izquierda radical y dogmática de López Obrador, quien persigue desfondar al Partido del Sol Azteca. Hay río revuelto.
En agosto arrecia la temporada de huracanes.
EL MONJE LOCO: “La Tremenda Corte” despotrica contra la Suprema Corte por la legalización de la adopción a parejas del mismo sexo, en Campeche. El semanario Desde La Fe –en editorial fulminante– acusa otro golpe demoledor contra la familia. Alega que los jueces no salvaguardaron el bien superior de los niños al reducirlos a objetos, privarlos de su dignidad y hacerlos sujetos de un falso derecho; “la Corte impone una dictadura ideológica en beneficio del lobby gay, en cuyo trasfondo actúa el mismo Maligno”. En Catedral se leyó la homilía para quemar vivos a los demonios sueltos. Afuera, el lobby gay exigió a la Iglesia Católica mantenerse al margen del estado laico… Entre respetar creencias y respetar derechos, viene otra guerra de nunca acabar como aquella contra el aborto.