Por Bolivar Roblero
Ni el mismo ALEJANDRO DUMÁS, se imaginó el éxito que tendría su manuscrito, publicado por “entregas” en el Diario LE SIECLE de París, cuyo primer capítulo apareció en marzo de 1844. De inmediato las aventuras de D’ARTAGNAN y los 3 Mosqueteros, capturó la atención de los lectores; obligando al autor a publicar el libro completo en 1846, cuando el volumen apareció se transformó en un éxito de librería, tanto así que DUMAS debió apresurarse a escribir la secuela “20 años después”; prisa que se notó en la calidad del mismo, de ahí la frase de sabiduría popular “No es lo mismo los 3 mosqueteros que 20 años después…” Pese a ello, DUMAS insistió y publicó en 1847 una segunda secuela de la exitosísima los “TRES MOSQUETEROS”, llamada “EL VISCONDE DE BRAGELONNE” que pasó con más pena que gloria por las librerías parisinas del Siglo XIX.
El paso del tiempo, colocó a cada una de las obras en su justa dimensión: “LOS 3 MOSQUETEROS” es un clásico de la literatura, “20 AÑOS DESPUES” tiene valor únicamente por su relación con la anterior y “EL VISCONDE DE BRAGELONNE” es una obra casi anónima, salvo para los amantes del género.
Igual que en el siglo XIX la aventura de estos 4 gallardos gladiadores capturó la atención del público, a los amantes al futbol americano les cautivó la reunión de 4 excelente jugadores que coincidieron en aquellos históricos VAQUEROS de los años 90: TROY AIKMAN, mariscal de campo, EMMIT SMITH, running back y MICHAEL IRVIN, receptor abierto; el trío fantasía o bien THE TRIPLETS, como los llamaban los fans en Texas, como en el caso de los Mosqueteros, a este grupo selecto llegó alguien que completó el grupo, ni más ni menos que DEION SANDERS, uno de los mejores esquineros que ha visto la liga a lo largo de su historia.
Juntos, los 4 rescataron no las joyas de la Reina, sino 3 Anillos de Supertazón para unos VAQUEROS, que parecían hasta antes de su llegada, hundidos en la mediocridad, luego de brillar con luz propia en los años 70.
Bajo la magia generada por THE TRIPLETS, Dallas se convirtió en la potencia ofensiva de la NFL en la década de los 90, al ganar los Superbowls XXVII, derrotando a los BILLS de Búffalo 52 a 17; un años después repetirían la dosis a los BILLS en el superbowl XXVIII, que ganaron 30 a 13 y regresaron dos años después al juego grande, para protagonizar una de sus ya tradicionales batallas contra los ACERREROS de Pittsburgh a quienes doblegaron 27 a 17, para adjudicarse la corona en el superbowl XXX.
Fue fantástico ver desplegarse a esa poderosa ofensiva: AIKMAN bajo el centro de la línea ofensiva de Dallas, para encontrar libre a IRVINE, conexión que permitió a la ofensiva de los VAQUEROS, recorrer 11,902 yardas por aire y anotar 64 touchtowns.
Pero si la amenaza por aire era la dupla AIKMAN-IRVINE, la amenaza por tierra era aún más temible con EMMIT SMITH surgiendo desde el fondo de la línea, llevando consigo el ovoide, esta combinación AIKMAN-SMITH redituó a Dallas 17,162 yardas y 164 Touchtowns.
Pero cómo todo lo que empieza, tiene que acabar, la magia terminó un día de 1999 cuando MICHAEL IRVINE se retiró; un año después, forzado por las lesiones TROY AIKMAN debió abandonar los emparrillados y EMMIT SMITH cargó todo su talento a la espalda y se marchó a ARIZONA.
En la temporada pasada, 20 años después de aquel superbowl contra Búffalo, vimos resurgir a la grandeza de Dallas, sobretodo en esos dos épicos juegos de postemporada ante PHILADELPHIA y GREEN BAY, y entonces se le preguntó a TROY AIKMAN, si habían revivido las glorias de LOS TRIPLETS en Dallas, a lo que él contestó: “ ROMO es excelente, MURRAY es genial, pero, no es lo mismo ‘Los tres mosqueteros’ que ‘Veinte años después…”