FRANCISCO FONSECA | El Sol de México
En la tragedia del futbol mexicano, resulta que todo el país está pendiente de las mediocridades en que se ve envuelta nuestra selección nacional. Después de las pobres actuacionesque regularmente han tenido, destaca la última confrontación en la Copa América 2015 celebrada en Chile. Y dije pobre actuación porque es una vergüenza total el abandono de los jugadores que se dedican más a la molicie y al buen vivir que a practicar el deporte que supuestamente aman. Cuando los reporteros de la disciplina se acercan al Centro de Capacitación para entrevistar a los representativos de la Selección nacional, se percatan que ya van llegando porque empiezan a aparecer los vehículos deportivos y de lujo, en su mayoría de origen alemán y japonés para los cuales sí tienen ojos y pasión. Esos lujos sí los motivan para actuar, para eso sí sirven, sí se esfuerzan. México es otra cosa; su bandera y el himno nacional, que ni siquiera saben entonar, es algo extraño y ajeno a ellos.
No es de sorprender que México no haya pasado a cuartos de final. No presumo de sabio pero se puede ver que no existe una infraestructura deportiva, no solo en el estado mexicano sino en los clubes de futbol que son los primeramente deberían estar interesados en las fases primaria y secundaria de la estructura deportiva en el país. La infame Federación Mexicana de Futbol debería exigir a todos y a cada uno de los propietarios de clubes de futbol del país, que organizaran a fondo sus «criaderos» de jugadores, capacitando a sus equipos de ligas infantiles, juveniles y demás existentes previas a la profesional.
Desafortunadamente, la Federación y las televisoras utilizan la pasión del aficionado para provocar que decenas de empresas comerciales inviertan; la venta de anuncios en radio y televisión fue mayúscula durante estas dos semanas previas al torneo. Vimos una y otra vez, y otra vez y otra más al técnico y sus seleccionados promover todo tipo de productos comerciales. Lo importante es comprar, consumir, gastar para que se enriquezcan más los dirigentes. «Gaste, gaste, consuma, consuma» es el lema de la actualidad. Son los anuncios de un futbol inflado, que funciona como el circo que las masas digieren.
Hoy nuestra selección dista mucho de ser aquella que dio buenos y relucientes encuentros cuando fue campeona de Concacaf, campeona de la Copa Confederaciones y subcampeona de la copa América. Hoy nuestra selección sigue contando con su técnica de hace cincuenta años, técnica que ya otros entrenadores y equipos la conocen. Las estrategias son el elemento básico para conformar un equipo mundialista. Las estrategias de este equipo fueron, en su momento, excepcionales, pero ya se acabaron. Hoy sabemos que nuestra selección de futbol es de oropel.
Para finalizar debo decir que mientras que el duopolio televisivo, con el aval de autoridades, quite y ponga a federativos, entrenadores, capacitadores, técnicos y jugadores, no tendremos nada que hacer en este deporte maravilloso que es nada menos que el opio de los pueblos, deporte que engrandece a una nación, que motiva a toda la ciudadanía, que despierta la pasiones más acendradas. Lástima que hoy por hoy, solamente contemos con un diminuto equipo de ratones vestidos con los colores nacionales que nos producen vergüenza y desolación, ni siquiera esperanza. Seguramente en la Copa de Oro nos darán una de latón.