Estos productos generan alteraciones en las células pulmonares
Ni ayudan a dejar de fumar ni son inocuos. Hasta la fecha, no hay una sola evidencia científica seria que avale los cigarrillos electrónicos como herramienta para abandonar el tabaco. Sin embargo, sí se van sumando estudios sobre los efectos que podría tener su consumo en el organismo. Los últimos indican que producen alteraciones en las células pulmonares y que anulan el reflejo de la tos, lo que podría significar que incorporan entre sus componentes «algún tipo de anestésico local». Así lo exponen varios grupos de investigación en la Conferencia Internacional de la Sociedad Torácica Americana, que se celebra esta semana en Denver (Colorado).
Precisamente el reflejo de la tos aparece con el objetivo de proteger al sistema respiratorio superior de la entrada de material extraño. La irritación de las primeras caladas produce este efecto, que es el que trata de expulsar los tóxicos. Dados los resultados de uno de los trabajos que se acaban de presentar este domingo, algún tipo de anestésico local consigue anular este mecanismo de defensa. «También ocurre con el tabaco», señala Francisco Rodríguez Lozano, ex presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y ahora presidente de la European Network for Smokins and Tobacco Prevention (ENSP). Enseguida los fumadores dejan de experimentar ese reflejo de tos. Existen varios trabajos que demuestran que los fumadores convencionales sufren una reducción progresiva de dicho efecto.
Por el contrario, aún no se había comprobado en consumidores de cigarrillos electrónicos. Ahora, un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de Albert Einstein y del Centro médico de Montefiore (Bronx, Nueva York) ha observado la disminución del reflejo de tos en 30 personas sanas y no vapeadoras. Se les expuso a la capsaicina, uno de los elementos incorporados en un e-líquido. Es un extracto de pimiento rojo picante y «se ha demostrado que induce de forma segura el reflejo de la tos», explica Peter Dicpinigaitis, uno de los responsables del trabajo. Los participantes del estudio fueron expuestos a esta sustancia y conforme pasaban los minutos, «la sensibilidad del reflejo de la tos se redujo significativamente», aunque a las 24 horas este efecto se recuperaba. «Todavía tenemos que entender el significado clínico de estos resultados en la exposición aguda e investigar las consecuencias de la exposición crónica a los e-cigarrillos», advierte Dicpinigaitis.
Los estudios que se van realizando van hablando de alteraciones en las células pulmonares y efecto sobre el tejido cardiovascular. Esta última consecuencia se debe a la nicotina, incluida en la gran mayoría de los cigarrillos electrónicos, aunque no lo especifiquen, señalan los expertos.
Fuente: El Mundo