“Necesitamos meter orden en el tema del consumo en las casas y de las fugas en las casas, eso sólo se hace instalando medidores y teniendo tarifas diferenciadas donde los consumos básicos ligados con el derecho humano al agua, las necesidades vitales de la gente tengan tarifas bajas y que se sancione el desperdicio, porque si no el agua que se tira en fugas de una casa es agua que no nos permite llevarla a donde está faltando”.
El funcionario, afirmó que “La problemática hidráulica de la Ciudad de México es la mayor del mundo”.
Explicó que el suministro de agua a la capital reviste gran dificultad, debido a su altura, de 2 mil doscientos metros sobre el nivel del mar, a su posición geográfica, en el centro del país, y a la condiciones de la red hidráulica.
Por ello, destacó la importancia que tiene para la ciudad la captación del agua de lluvia.
Por ejemplo, en febrero de 2010, las lluvias evitaron una severa crisis por falta de agua en la ciudad, con los consecuentes recortes al suministro.
Hoy en día, en el probable caso de una sequía, como en 2009, “millones de personas” se quedarían sin el vital líquido.
“…el día que nos falte el agua y queramos una solución, esta requerirá de dos años de trabajo, en los que la gente va a estar sin agua”.
Por ello, el funcionario planteó también la necesidad de “instrumentar un programa de estímulos y sanciones” para procurar el uso racional del agua y castigar a quienes no tomen medidas para evitar las fugas de agua en sus casas o instalaciones.
“Necesitamos que se sancione el desperdicio porque si no, el agua que si tira en fugas de una casa, es agua que no podemos llevarla a donde se está necesitando”.
Fuente: La Jornada