Hasta dos meses deben esperar los migrantes de Haití y de África para pedir asilo al Gobierno de Estados Unidos, mientras los albergues están saturados, crece la incertidumbre y el estrés entre la población.
«Ya tenemos un Haití chiquito aquí, necesitamos más gente que nos ayude», indicó la Madre Margarita Andonaegui, coordinadora del Desayunador Salesiano Padre Chava.
«Estamos en un campo de batalla, tenemos 426 personas extranjeras, hemos dado un vuelco a lo nuestro, antes atendíamos a 88 varones migrantes y deportados, ahora atendemos a una población, significa de extranjeros y ya no podemos».
Andonaegui subrayó que un 80 por ciento de la población que atienden son de Haití, mientras que el resto son de República del Congo, Afganistán, Pakistán, Cuba y Venezuela.
«La lentitud de CBP (Buró de Aduanas y Protección Fronteriza) para atender a la gente ha provocado que esto se convierta en un embudo, hay una situación de incertidumbre», alertó.
«Hace que los ánimos se calienten, dos mujeres se pelearon por un espacio dónde dormir. Esto no puede ser una jungla».
En la actualidad, el Gobierno de Estados Unidos recibe a 120 migrantes internacionales que llegan por Baja California, en mayo sólo eran 100.
Por las mañanas, el Desayunador ofrece hasta mil 500 comidas a personas que no alcanzaron lugar en el albergue, pero se acercan a comer, mientras que por la tarde se ofrecen más de 400 comidas.
Cada día se cocinan hasta 25 kilos de arroz y hay 25 voluntarios.
El delegado del Instituto Nacional de Migración (INM), Rodulfo Figueroa Pacheco, indicó que se calcula que en Baja California hay tres mil migrantes internacionales.
Mencionó que desde mayo han llegado hasta 9 mil 400 haitianos, de los cuales 7 mil ya han cruzado a Estados Unidos para pedir asilo.
Max García, diputado federal panista por Baja California, visitó ayer un albergue para hacer un donativo.
Lamentó que la sociedad civil es la única que ha estado respondiendo al fenómeno, y el Gobierno federal se ausentó.
«(Los migrantes) están prácticamente en campamentos, (los albergues) no están en condiciones de atender a todos, solicitamos la intervención de la Secretaría de Salud y de la Secretaría de Relaciones Exteriores, además hay una sospecha de un asunto de corrupción, porque llegan de manera sistemática», señaló.
«Hay una ausencia de la autoridad federal».
Fuente: Reforma