Google se ha coronado ya como el genio de la lámpara de las búsquedas, como el propietario de la mayor plataforma de vídeos online, Youtube, y como la brújula y mapa de la mayoría de los móviles. También ofrece un exitoso sistema de correo, Gmail, uno de los traductores más utilizados, Translate, un gestor de documentos y un amplio espacio de almacenamiento, Drive.
Además, ha intentado una fallida red social, Google +, y una novísima aplicación de videollamadas, Duo. Después de invadir los grandes espacios del usuario en Internet, solo le faltaba un servicio por cumplir: la mensajería móvil. Un flanco que soluciona a partir de este miércoles con el lanzamiento de Allo, un WhatsApp con inteligencia artificial.
Son todos los servicios de Google en un uno. Accediendo desde un solo botón: el amarillo de Allo.
Esta aplicación ha sido presentada como el WhatsApp del futuro, por su complejidad, inteligencia y posibilidades. Se ha lanzado a nivel mundial de forma gratuita tanto para Android como para iOS, aunque para este último sistema operativo requiere la versión 9.1. Por el momento, algunas de las principales funciones solo están disponibles en inglés, aunque la compañía ha asegurado que llegará progresivamente en otros idiomas y «muy pronto, a corto plazo» en español.
Para utilizar Allo no hace falta tener una cuenta activa en el sistema de Google, sino que es suficiente con introducir un número de móvil. Esto y un nombre son la única información que se necesita para empezar a utilizar la aplicación.
Una vez dentro, salta la primera conversación: con un robot. Se trata de un chat con Google Asistant, un nuevo asistente virtual que recuerda a Siri. ¿Eres una chica? «Soy un todo incluido», dice el robot acompañando el texto de una carita sonriente. Incorporar este tipo de inteligencia puede tener como peligro la seguridad de la información que se envía, pero los de Mountain View han creado los llamados chats de incógnito, en los que la información va cifrada de extremo a extremo, como en WhatsApp, es decir, que no queda registrada en ningún punto ni servidor.
El asistente es la gran revolución de Allo. No solo por sus funciones, sino porque supone la incorporación de la inteligencia artificial dentro de una aplicación que pretende ser de uso diario. Nada más entrar en el chat, el robot propone un menú de 11 opciones con todas las tareas que puede hacer por ti: reservar viajes o restaurantes, dar información del tiempo, apuntar citas, recordatorios o alarmas, hacer una selección de noticias, dar resultados deportivos, proponer juegos, poemas o vídeos, contar chistes, traducir textos o dar solución a cualquier pregunta que el usuario tenga. Estas funciones a su vez se subdividen en muchas otras, formando un abanico amplísimo de posibilidades.
El punto fuerte de la aplicación es que incorpora dentro de ella el inmenso motor de búsqueda que es Google. Así como YouTube o Google Maps. Son todos los servicios de la empresa de Mountain View en un uno. Accediendo desde un solo botón: el amarillo de Allo.
El asistente es rápido, apenas tarda un par de segundos en ofrecer una respuesta. Un poco más si la pregunta va en audio. Puedes tanto hablar como escribir, aunque el robot solo responde en forma de texto. Tiene respuestas predictivas, pero aprende conforme se va utilizando. Así, si el usuario utiliza un determinado tipo de expresiones, será las que su asistente proponga en un futuro.
En un primer vistazo, el formato de las conversaciones con los usuarios es como el de cualquier app de mensajería móvil; pero, con más detalle se observan algunas diferencias: la posibilidad de ampliar o reducir un texto que se quiera mandar (manteniendo pulsado el botón de enviar y arrastrando), la incorporación de 25 stickers exclusivos (similares a los que usa Facebook Messenger) o la posibilidad de enviar fotografías garabateadas o con textos (parecido las ediciones de Snapchat e Instagram Stories, pero de momento solo funciona con Android).
A un lado de esos detalles más estéticos, la gran novedad está, una vez más, en la inteligencia artificial. Recibes un mensaje: «¿Qué planes tienes para hoy?». «No muchos, ¿y tú?» o «Todavía no he pensado nada», son dos ejemplos de respuestas que puedes dar sin tener que teclear nada. Este tipo de opciones inteligentes aparecen a lo largo de toda la conversación —siempre a un nivel superficial de contenido— con múltiples variaciones de pregunta y respuesta: «¿Qué tal en el trabajo?», «¿Qué hiciste ayer?», «¿Qué vas a hacer mañana?» o «¿Te lo estás pasando bien?».
En cualquier momento del chat entre usuarios, se puede hacer uso del asistente mediante una mención: @google. Esto permite preguntarle cualquier duda que surja en la conversación entre amigos o familiares: a qué distancia se encuentra París de Nueva York, cuántos dólares son 28 euros o quién era el actor que protagonizaba Capitán América. Además, se puede pedir sugerencias de restaurantes cercanos o vuelos cercanos y reservarlos (cualquiera de los usuarios del chat) desde la propia conversación.
Otro de los aspectos más sorprendentes es el uso de esta inteligencia con las imágenes. Al recibir una imagen de otro usuario, Allo detecta qué imagen es y qué aparece en ella y propone respuestas, una función que llega después de que los de Mountain View compraran una start-up francesa que permitía a la cámara del móvil reconocer objetos hace apenas tres meses. Sabe si es Nueva York o Venecia, una comida o un animal, aunque estén garabateadas o pintadas.
Fuente: El País