Corea del Norte llevó a cabo hoy su quinta prueba nuclear, la más potente hasta la fecha en la que aseguró haber detonado una cabeza ajustable a un misil, lo que ha generado una fuerte condena internacional y peticiones de nuevas sanciones de la ONU al país.
Un terremoto de magnitud 5 en la escala Richter sacudió esta mañana los alrededores de la base de pruebas nucleares de Punggye-ri, al nordeste de Corea del Norte, como consecuencia de una fuerte explosión subterránea estimada en 10 kilotones por las Fuerzas Armadas de la vecina Corea del Sur.
Horas más tarde el régimen de Kim Jong-un anunciaba haber realizado su quinta prueba nuclear que, solo ocho meses después de la cuarta, ha servido para «evaluar la potencia» de una cabeza atómica lista para acoplarse a los misiles de su abundante arsenal.
Pyongyang aseguró que este nuevo activo garantiza su «derecho a la autodefensa» y le permitirá «tomar represalias en caso de provocación» de las «fuerzas hostiles dirigidas por Estados Unidos», según la agencia estatal KCNA.
La acción, que tuvo lugar en el Día Nacional que conmemora el 68 aniversario de la fundación del país, ha generado una fuerte alarma en la comunidad internacional y los mensajes de condena no se han hecho esperar.
El presidente de EU, Barack Obama, aseguró que el ensayo nuclear tendrá «serias consecuencias», mientras la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, expresó su voluntad de imponer sanciones «mucho más fuertes» al régimen norcoreano.
Éstas podrían llegar a través de una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que ya impuso duras sanciones comerciales a Corea del Norte el pasado marzo por la cuarta prueba nuclear y un ensayo de misiles de largo alcance realizados a principios de año.
«La quinta prueba nuclear puede ser un buen motivo para finalmente emitir una resolución con sanciones más amplias y severas a Corea del Norte», indicó a Efe en Seúl el vicepresidente del Instituto de Estudios Políticos Asan, Choi Gang.
Como es habitual, la magnitud de las posibles sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU dependerá de China, tradicional aliado de Corea del Norte pero preocupado por su rápido desarrollo nuclear y la consecuente escalada armamentística en la región.
Por otro lado, la prueba de hoy ha planteado una amenaza latente hasta ahora: la supuesta capacidad de Corea del Norte para miniaturizar sus explosivos nucleares, fabricar cabezas atómicas e instalar éstas en sus misiles balísticos de corto, medio y largo alcance.
En caso de que realmente posea esta capacidad, algo que expertos han puesto en duda hasta ahora, supondría un peligroso avance al situar virtualmente a la mayor parte del planeta en el punto de mira del arsenal nuclear de Kim Jong-un.
Fuente: EcoDiario