El presidente estadunidense Barack Obama entrará de lleno a la campaña presidencial cuando aparezca el próximo martes en Carolina del Norte, al lado de la virtual nominada demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton.
La campaña de Clinton indicó en un comunicado que durante su participación en un rally político en la ciudad de Charlotte, Obama “discutirá el progreso que hemos logrado y la visión para un Estados Unidos que es más fuerte con unidad”.
La aparición del mandatario junto a Clinton en un evento de campaña será la primera desde que el mes pasado dio su respaldo público a la exsecretaria de Estado, quien poco antes afirmó contar con los dos mil 383 delegados requeridos para la postulación.
Poco más tarde, en Raleigh, la capital de Carolina del Norte, el virtual candidato presidencial Donald Trump también hará campaña ese mismo día, con un discurso en que se prevé ataque a Clinton.
Considerado un tradicional bastión republicano, Carolina de Norte será un escenario competitivo por los cambios demográficos que parecen favorecer a Clinton en las zonas urbanas, mientras que Trump conserva apoyo en áreas rurales con menor número de votantes.
Con 26 votos al colegio electoral, Obama ganó el estado en 2008, pero en 2012 los electores respaldaron al republicano Mitt Romney.
Clinton tiene una mejor infraestructura de campaña, operando seis oficinas que contrastan con la modesta presencia de la campaña de Trump.
La presencia de Obama busca atraer también para Clinton el respaldo entre los electores con educación universitaria y entre los afroamericanos, que suman 22.4 por ciento de los votantes registrados, de acuerdo con cifras del Centro Pew.
Lo cerrado de la competencia en ese estado ha quedado de manifiesto en la mayoría de las encuestas, que colocan a los dos rivales en un empate virtual.
Una encuesta dada a conocer la semana pasada por el conservador Civitas Institute colocó a Clinton con 42 por ciento del apoyo contra 40 por ciento para Trump, pero la presencia de Obama busca impulsarla lo suficiente para ampliar la brecha.
Fuente: El Financiero