María Amparo Casar, analista política, comentó que muy lejos se encuentra el gobierno de México para enfrentar los desafíos que se asoman ante la inminencia del próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Pero el problema migratorio no se limita al norte, hay que considerar que en el sur seguirán cruzando miles, muchos de ellos se quedarán temporal o permanentemente. Aunque ha servido de freno, el control militar es insuficiente porque la frontera es sumamente porosa y tampoco se cuenta con personal ni instalaciones para procesar los ingresos. En el tema del trasiego de drogas hay nuevos problemas, porque el del fentanilo ya está muy focalizado y el próximo gobierno estadounidense ya ha lanzado advertencias que no basta con parar a los migrantes, también quieren que se acabe el tráfico de fentanilo.