Estados Unidos expresó su preocupación por un «horrible” ataque israelí en el norte de la Franja de Gaza que mató al menos a 93 personas, entre ellas a varios niños, y aseguró estar pidiendo explicaciones a sus aliados, aunque esas preguntas siguen sin ser respondidas. El Ministerio de Salud de Gaza reportó también decenas de personas heridas.
«Estamos profundamente preocupados por la pérdida de vidas civiles en este incidente. Fue algo horrible con un resultado horrible”, señaló el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, a la prensa, en referencia a reportes que aseguran que «dos docenas de niños murieron” en el bombardeo que destruyó un edificio de cinco pisos en Beit Lathia, la madrugada de este martes.
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«Nos hemos contactado con el Gobierno de Israel para saber exactamente qué ocurrió, cómo puede ser que, según los informes, haya docenas de niños muertos, pero aún no sabemos la respuesta a esa pregunta”, dijo Miller. El portavoz, sin embargo, no anunció ninguna acción inmediata de Washington en contra de su aliado. Sí llamó a buscar una salida negociada al conflicto que enfrenta a las fuerzas israelíes con el grupo Hamas, considerado terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
Miller aseguró que «el trágico costo” en vidas de civiles en este ataque «es otro recordatorio de por qué necesitamos que esta guerra termine”. Añadió que «estamos a un año del inicio de la campaña militar israelí en Gaza e Israel ha debilitado las capacidades de Hamas, su liderazgo, y a través de sus acciones militares se ha asegurado de que Hamas no sea capaz de repetir ataques como el del 7 de octubre”.
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El Departamento de Estado también reiteró su alarma por la ley aprobada el lunes que prohíbe el funcionamiento dentro de territorio israelí, incluida la parte de Jerusalén anexionada unilateralmente, a la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos. Miller señaló que el secretario de Estado, Antony Blinken, ya «dejó claro que nos oponemos a esta legislación”.