Carlos Urdiales
Sobre la marcha
Este sábado 5 de octubre al mediodía en el Teatro Metropólitan en el centro de la capital nacional, Clara Brugada rinde protesta como nueva Jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
La ex alcaldesa de Iztapalapa inicia su gestión sin la percepción colectiva de ser una cercana de la Presidenta Sheinbaum, como a la doctora se le ubicó desde que AMLO asumió el poder en 2018.
La distancia entre Brugada y Sheinbaum está marcada por sus orígenes políticos, comparten movimiento pero su forma de operar distingue a una de la otra. A la nueva Jefa de Gobierno le sienta bien ser de las “duras” de Morena, la Presidenta anda mejor entre las “moderadas”.
A Brugada como a López Obrador, la polarización les viene natural, sus definiciones sin conceder nada, les valieron apoyos sociales profundos, en Iztapalapa como bastión electoral, Clara Brugada ejerció sin aspavientos su poder.
Sí, desde aquel ignomioso, pero pragmático episodio de “Juanito” como atajo para saltar una norma “injusta” según el fundador del partido guinda.
En su periodo al frente de la alcaldía más grande de la capital, Clara Brugada articuló la construcción y operación de 13 Utopías, espacios públicos para la recreación, el deporte, arte, cultura y servicios que impactan de manera directa y efectiva en la calidad de vida de los habitantes de esas zonas.
La Jefa de Gobierno llega a la posición de gobierno de la cual saltó AMLO a su primera candidatura presidencial y desde la cual Claudia Sheinbaum logró mudarse de oficina a la siguiente esquina del Zócalo.
Y desde ese Antiguo Palacio del Ayuntamiento, también Marcelo Ebrard acarició la nominación a la Silla del Águila.
Despachar desde la contraesquina de Palacio Nacional, compartiendo militancia, pero haciendo política con acentos distintos, será un ejercicio interesante.
Desde ahora, Clara Brugada inicia su utopía más grande y ambiciosa, plantar tal huella en la vitrina más expuesta de las 32 entidades federativas para meterse por peso y derecho propio dentro de una baraja de opciones que hasta hoy, tienen la impronta de Claudia Sheinbaum o de López Obrador. Por lo mismo, el sendero de Brugada no se debe descartar.
Para el pueblo como para Morena está claro que lo primero servir y gestionar eficazmente. Más que un imaginario padrinazgo político, las nuevas gobernantes están claras que será la aprobación general lo que las ponga en posición de elegir sucesor o bien de competir por la posición.
La imagen
El 3 de octubre tampoco se olvidará gracias a una fotografía, la de la presidenta Sheinbaum, comandanta suprema de las Fuerzas Armadas y Guardia Nacional, recibiendo en el Campo Marte el significativo saludo marcial a bordo de un Hummer, escoltada por el General Secretario de la Defensa Nacional, Ricargo Trevilla Trejo y del Almirante Secretario de la Marina Armada de México, Raymundo Morales Ángeles.
Natural, cómoda y muy segura de gesto, postura y mando. Poderosa placa.
Periodista, director de Emisoras Habladas en Radiópolis.