El ajedrez, con su rica historia y complejidad estratégica, fue considerado durante mucho tiempo uno de los juegos de mesa más antiguos. Sin embargo, un reciente descubrimiento arqueológico reveló que un juego llamado Perros y Chacales o Juego de 58 Hoyos tiene una historia más larga.
Este hallazgo, realizado en 2018 en la península de Absheron en Azerbaiyán, desafió la suposición de que los juegos de mesa más antiguos se originaron en el antiguo Egipto.
El nuevo estudio, publicado en el European Journal of Archaeology, sugiere que el juego de 58 Hoyos, que data del tercer milenio a. C., se jugó en el Cáucaso Sur mucho antes de su aparición en Egipto.
El juego de 58 Hoyos se jugaba en un tablero con 58 agujeros dispuestos en dos filas paralelas de diez agujeros cada una, rodeadas por un arco de 38 agujeros. Las piezas del juego variaban en forma según la región y se movían siguiendo un patrón específico. Ciertos agujeros tenían líneas que los conectaban o marcaban, lo que indica reglas de juego complejas.
El descubrimiento de tableros de 58 Hoyos en varios lugares de la península de Absheron, incluyendo el refugio rocoso de Çapmal en la Reserva Nacional de Gobustán, llevó a los investigadores a creer que el juego pudo haber sido una parte integral de la vida cotidiana, posiblemente utilizado durante los meses de invierno cuando los pastores se establecían en refugios como Gobustán.
El análisis de la cerámica descubierta en estos lugares, junto con artefactos más antiguos de la Edad del Bronce Medio y Tardío, sugiere que el sitio de Çapmal y otros en el área fueron ocupados repetidamente durante siglos, posiblemente por los mismos grupos de personas que compartían tradiciones culturales similares.
Conexiones complejas
Estos hallazgos indican que la península de Absheron no estaba aislada, sino que formó parte de una red cultural más amplia que conectó a los pueblos del Cáucaso con civilizaciones del sur, como Mesopotamia y Egipto.
Aunque el estudio sugiere que el juego de 58 Hoyos pudo haberse originado en el suroeste de Asia antes de hacerse popular en Egipto, los autores enfatizan que se necesita más información antes de poder atribuir su invención a una cultura específica.
Este descubrimiento revolucionario cambia nuestra comprensión de la historia de los juegos de mesa y arroja luz sobre las interacciones culturales y las redes comerciales que existieron en la antigüedad. El juego de 58 Hoyos, más antiguo que el ajedrez, nos recuerda que la historia de la humanidad está llena de sorpresas y que aún queda mucho por descubrir sobre nuestro pasado.