Leo Zuckermann, y sus minutos de opinar, expresó que cayó la bomba noticiosa nacional. El gobierno de Biden detuvo en México al capo del Cártel de Sinaloa, Ismael El Mayo Zambada, y lo había trasladado a territorio estadunidense. Junto con el legendario fundador de uno de los cárteles criminales más poderosos del mundo cayó también uno de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán. Años iban y venían, los capos del narcotráfico mexicano caían, incluyendo a El Chapo, pero El Mayo siempre se mantenía impune. Una especie de intocable. Sin embargo, le llegó su día, aunque no se sabe cómo lo arrestaron y llevaron en un avión privado al vecino del norte. Es evidente que el gobierno de ese país no le informó al nuestro hasta que terminó la operación. Circulan diversas historias sobre una entrega pactada, traición y/o secuestro. Los estadunidenses revelan poco, aunque filtran información a sus medios. Mientras tanto, López Obrador y su secretaria de Seguridad se enredan en explicaciones que sólo confunden más.