Carlos Marín, periodista, autor de “El asalto a la razón”, comentó que es un gusto que pueda Jesús Murillo Karam seguir sorteando esta “marranada” que ha sido la acusación que pesa sobre él y pueda seguir su proceso bajo presión domiciliaria, que no debió haber estado en prisión. Es bueno porque no hay manera racional de imaginarlo en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, hace ya casi 10 años. La acusación que pesa con él es delitos contra la administración de justicia, es de ahí donde quieren colgar la “patraña” de que fabricó la verdad histórica, pero la otra acusación es la desaparición forzada, Murillo Karam se convirtió preso político del gobierno.