Rafael Cardona, en su Cristalazo, opinó que hay un espacio en la vida pública que el presidente Andrés Manuel López Obrador, conquistó desde antes de ser mandatario de las instituciones del país. El presidente no tolera la disidencia, cuando esta se práctica, ejerce, manifiesta en las calles, porque cree que estas son suyas, porque ahí se construyó él, donde convenció al pueblo, entonces las calles, el Zócalo es suyo y la bandera también nadie tiene derecho de usurpar el espacio común, porque le pertenece, esto hace que el mandatario no de legitimidad a una marcha o manifestación pública que lo cuestione.