Tras los ataques terroristas del 11 de septiembre en Nueva York, Harold Finch, un ingeniero de software multimillonario, desarrolla en secreto un sistema de videovigilancia que hace realidad el argumento de la novela 1984 de George Orwell: crea un ‘Gran Hermano’ al que llama ‘La Máquina’, el cual monitorea y analiza los datos de cualquier persona obtenidos a través de miles de cámaras de video, comunicaciones electrónicas, y sistemas de audio.
Pero Finch va un paso más allá del ‘Gran Hermano’: consigue que ‘La Máquina’ también pueda predecir a través de una serie de algoritmos matemáticos la identidad de los involucrados en un crimen futuro, ya sea la víctima o el agresor.
A grandes rasgos, este es el argumento de Person of Interest. Una serie de televisión producida en Estados Unidos que, si bien está basada en la ciencia ficción, muestra cómo sus personajes principales –el ingeniero Finch y el exoficial de la CIA John Reese- también utilizan herramientas tecnologías para resolver crímenes que ya son una realidad en 2016.
Una de esas herramientas, explica Vicente Torres, profesor de la Licenciatura en Ciencias Forenses de la UNAM, son las redes neuronales. Un sistema inspirado en el sistema nervioso de los seres humanos, que aunque no puede ‘predecir’ crímenes futuros como ‘La Máquina’ de la serie de ficción, sí puede procesar miles de datos de manera automática, e incluso aprender patrones de conducta.
En 2014, expone Torres, la red social Facebook fue pionera en tomar como base esta tecnología para crear DeepFace, un poderoso sistema que a través de algoritmos matemáticos puede reconocer el rostro de una persona en mitad de una multitud, aún y cuando las imágenes estén sometidas a malas condiciones de iluminación, o a pesar de que la cara esté tapada parcialmente.
Uno esos problemas, por ejemplo, es la oclusión. Que se refiere a cuando un objeto tapa parte del rostro que se quiere identificar.
Sin embargo, ‘DeepFace’ sí puede contrastar dos imágenes de una cara y arrojar un 97.25% de seguridad de que se trata de la misma persona; cifra muy cercana a la precisión del ser humano, que en el 97.5% de las veces puede identificar con una cara.
“El algoritmo de Facebook es altamente óptimo. De hecho, está tan solo a unas décimas de lo que puede lograr el ser humano”, subraya Vicente Torres, quien explica que para alcanzar tal nivel de precisión, ‘DeepFace’ se ‘entrenó’ retratando a 400 individuos, a los que tomó mil fotografías por persona de sus rostros en múltiples poses y muecas.
En cuanto a cómo se utiliza esta tecnología en la práctica para resolver crímenes y combatir la delincuencia, Vicente Torres matiza en primer lugar que el algoritmo de Facebook es secreto por el momento, aunque en la facultad de Ciencias Forenses de la UNAM ya se está formando a los peritos forenses mexicanos en el uso de sistemas de redes neuronales similares a ‘DeepFace’.
Fuente: Animal Político