He querido, en esta segunda entrega sobre el tema, analizar los diez puntos sobre los cuales John Kennedy imaginó (y quiso hacerles creer a los del sur) en la posibilidad tutelada por el Norte, de un futuro próspero y democrático para América Latina, proveniente de la munificencia imperial.
Por razones de espacio muchos de estos puntos están recortados, pero conservan su idea original. Sólo desde la ignorancia se puede aspirar a resucitar o imitar este monumental embuste.
Primero: Propongo que las Repúblicas Americanas inicien un vasto y nuevo plan de diez años para las Américas, un plan destinado a transformar la década del 1960 en una década de progreso democrático…”
Trece años después los Estados Unidos auspiciaron un golpe de Estado en Chile.
“En segundo lugar, solicitaré una reunión ministerial del Consejo Interamericano Económico y Social (para)… Un Consejo Interamericano Económico y Social fortalecido, en colaboración con la Comisión Económica para la América Latina y el Banco Interamericano de Desarrollo…
“…una asignación de 500 millones de dólares, como primer paso encaminado a cumplir con el Acta de Bogotá… (500 millones de dólares no alcanzan ni para la Estafa Maestra.)
“Cuarto: Debemos prestar apoyo a toda integración económica que verdaderamente logre ampliar los mercados y la oportunidad económica…. como el de establecer un mercado común centroamericano y zonas de libre comercio en la América Latina, facilitarían el desarrollo. (Un fracaso)
“Quinto: Los Estados Unidos están dispuestos a cooperar en el estudio serio y detallado de los problemas relacionados con el mercado de ciertos productos…
“Sexto: Debemos acelerar inmediatamente nuestro programa de emergencia de “Alimentos para la Paz»; ayudar a establecer reservas de víveres en las regiones afectadas por sequías en el desarrollo rural. Los hombres y mujeres que padecen hambre no pueden esperar (Nada)
“Séptimo: A todos los pueblos del hemisferio debe permitírseles participar de las crecientes maravillas de la ciencia moderna… Invito a los científicos latinoamericanos a trabajar junto a nosotros en la ejecución de nuevos proyectos en campos como la medicina y la agricultura, la física y la astronomía…”
(Ajá)
“Octavo: Debemos expandir… amplios programas de adiestramiento técnico, para lo cual los Cuerpos de Paz estarán disponibles dondequiera se les necesite.
“Noveno: Reafirmamos nuestro compromiso de acudir en ayuda de cualquier nación americana cuya independencia se vea en peligro… Aún ahora — como lo dijo el Gobierno de Chile — ha llegado el momento de dar el primer paso hacia una apreciable limitación de los armamentos… los ejércitos pueden no solamente defender a sus respectivos países, sino que pueden también contribuir a construirlos… (lindo)
“Décimo: Invitamos a nuestros amigos de América Latina a contribuir al enriquecimiento de la vida y la cultura en los Estados Unidos. Necesitamos educadores que nos enseñen vuestra literatura, vuestra historia y vuestras tradiciones; oportunidades para que nuestros jóvenes estudien en vuestras universidades, tengan acceso a vuestra música, a vuestro arte y al pensamiento de vuestros grandes filósofos… (Vivan Amalia Hernández y Bolívar)
“Para lograr este objetivo, la libertad política debe acompañar al progreso material. Nuestra Alianza para el Progreso es una alianza de gobiernos libres… y debe esforzarse por eliminar la tiranía de un hemisferio en que no tiene derecho a estar. Por lo tanto, expresemos nuestra especial amistad hacia los pueblos de Cuba y de la República Dominicana, y la esperanza de que ellos pronto se reintegrarán a la sociedad de los hombres libres… (¿Y el bloqueo?)
«Esta libertad política debe ser acompañada por un cambio social. Porque a menos que se lleven a efecto libremente las reformas sociales necesarias, incluyendo reformas agrarias y tributarias; a menos que ampliemos las oportunidades de todos nuestros pueblos; a menos que la gran masa de americanos comparta la creciente prosperidad — nuestra alianza, nuestra revolución y nuestro sueño habrán fracasado (y fracasaron, por lo visto)
“Nuestro lema es el de siempre — ¡Progreso Sí, Tiranía No!”
Rafael Cardona