Umberto Eco falleció a los 84 años de edad.
Así lo informan los medios italianos Il Corriere della Sera y La Repubblica, este último aduciendo que la familia del escritor confirmó la noticia.
Eco es reconocido en el mundo de la filosofía y la semiótica y sus dos obras más conocidas por el público general son «El Nombre de la Rosa» y «El Péndulo de Foucalt».
Una de las últimas polémicas que protagonizó el experto en semiótica fue respecto a las redes sociales, plataformas que según él «le dan derecho de hablar a legiones de idiotas».
Umberto Eco (1932) escritor y filósofo italiano, integrado en el género de la novela y el ensayo; es además un experto en semiótica y un gran comunicólogo.
Eco, que comenzó a publicar sus obras narrativas a una edad ya madura, conoció el éxito del público internacional gracias a su novela histórica “El Nombre de la Rosa” (1980) cuya especie de fábula de detectives monacales en la Edad Media ha sido traducida en muchos idiomas y también llevada a la gran pantalla en 1986.
Otras de sus novelas más famosas son: “El péndulo de Foucault” (1988), “La Isla del Día de antes” (1994), Baudolino (2000) y una de sus obras más recientes, “El cementerio de Praga” (2010).
Obtuvo multitud de reconocimientos, entre ellos Doctorado Honoris Causa por treinta y ocho universidades de todo el mundo.
También recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2010
Sus frases más célebres:
“Los libros se respetan usándolos, no dejándolos en paz”.
“El mundo está lleno de libros preciosos que nadie lee”.
“Hacer una tesis significa divertirse y la tesis es como el cerdo, en ella todo tiene provecho”.
“Los objetos están semánticamente desgastados antes que su materialidad”.
“Hay libros que son para el público, y libros que hacen su propio público”.
“Hoy no salir en televisión es un signo de elegancia”.
“El autor debería morirse después de haber escrito su obra. Para allanarle el camino al texto”.
“Adoro a los gatos. Son de las pocas criaturas que no se dejan explotar por sus dueños”.
“Los libros son esa clase de instrumentos que, una vez inventados, no pudieron ser mejorados, simplemente porque son buenos. Como el martillo, el cuchillo, la cuchara o la tijera”.
“Nada consuela más al novelista que descubrir lecturas que no se le habían ocurrido y que los lectores le sugieren”.
“Nada es más nocivo para la creatividad que el furor de la inspiración”.
“El narrador no debe facilitar interpretaciones de su obra, si no, ¿para qué habría escrito una novela, que es una máquina de generar interpretaciones?”.
.
Fuente: 24 Horas.cl