La Fiscalía de Puebla, la Fiscalía General de Veracruz y la Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas (CEAPP), así como de Servicios Periciales de Veracruz confirmaron la muerte de la reportera de El Sol de Orizaba y experiodista de El Buen Tono, Anabel Flores Salazar.
La tarde de este martes, familiares de la reportera y empleados de la FGE y de la CEAPP, así como de la Comisión Estatal de Derechos Humanos se trasladaron al municipio de Tehuacán, Puebla para hacer el reconocimiento formal del cadáver de Flores Salazar.
“Ya es un hecho. Lamentablemente se trata de la reportera desaparecida la madrugada del lunes, ya se trasladó una comitiva a Puebla”, informó un empleado de la FGE.
El cuerpo de la reportera fue hallado semidesnudo en un paraje del municipio de Tehuacán, Puebla ubicado a sólo media hora de Mariano Escobedo, donde la periodista fue “levantada” la madrugada del lunes.
Con la reportera Anabel Flores suman ya 17 reporteros veracruzanos asesinados en lo que va del actual sexenio de Javier Duarte de Ochoa, aunque en el caso de Armando Saldaña de la Ke Buena, de Rubén Espinosa de Proceso y de Anabel Flores de El Sol de Orizaba han sido asesinados en ciudades ajenas a la entidad de Veracruz, pero su ejercicio periodístico radicaba aquí.
Al reconocimiento del cadáver de Anabel Flores acudieron familiares con la asistencia de enviados de varias dependencias del gobierno de Duarte de Ochoa.
Apenas ayer, PEN Internacional, Artículo XIX y otras ONG exigían hallar con vida a la periodista “levantada” por un comando. En su región de interacción periodística, un grupo de seis reporteros decidió poner una denuncia penal por amenazas de los integrantes de la delincuencia organizada.
La Fiscalía de Puebla emitió este martes un comunicado en donde consignaba que se localizó el cuerpo sin vida de una persona del sexo femenino a la altura del kilómetro 1+580 de la carretera Cuacnopalan-Oaxaca con dirección a Tehuacán, el sitio es una zona poblana ubicada a aproximadamente 15 kilómetros de Veracruz, con el paso de las horas se confirmó que dicho hallazgo correspondía al cuerpo de Flores.
La reportera vestía un pants gris, calcetas multicolores y se encontraba semidesnuda a orillas del asfalto. Considerando que el punto es únicamente el lugar del hallazgo, la Fiscalía General del Estado de Puebla inició la carpeta de investigación 152/2016/TECAM, y pone a disposición de la Fiscalía General del Estado de Veracruz toda la información, dado que podría tratarse del cuerpo de Anabel Flores Salazar, cuya desaparición fue denunciada en el estado de Veracruz ante la presunta privación de la libertad de la persona en aquella entidad.
Apenas ayer, la Fiscalía General de Veracruz señaló en su flujo de información que la reportera mantiene vínculos con la delincuencia organizada, sobre todo con un presunto delincuente de nombre Víctor Osorio Santacruz El Pantera.
Periódicos de Veracruz se deslindan de Anabel Flores
Hoy en sus ediciones de este martes, los periódicos El Sol de Orizaba y El Buen Tono se desmarcaron de los servicios informativos que les prestaba la reportera Anabel Flores Salazar, secuestrada por un comando la madrugada del pasado lunes en el municipio de Mariano Escobedo.
El Buen Tono señaló en su edición de este lunes que Flores Salazar fue despedida hace ocho meses, cuando sus superiores descubrieron que tenía una camioneta Patriot del año que no correspondía con sus prestaciones salariales.
En una editorial sin firma y colocada en primera plana en su edición de este martes, el rotativo cordobés se deslindó así de su reportera y fortaleció la versión oficial del gobierno de Javier Duarte de que la comunicadora tenía vínculos con la delincuencia organizada.
Por su parte El Sol de Orizaba, de Organización Editorial Mexicana (OEM) y donde la reportera trabajaba en la sección policiaca, el periódico veracruzano aseguró que Anabel apenas tenía seis meses colaborando como freelance.
La mañana del lunes pasado se interpuso la denuncia que dio origen a la carpeta de investigación 211/2016 en la que se indica que se agotan todas las líneas y se indagan todos los probables vínculos de la reportera con la delincuencia organizada.
Fuente: Proceso