Si este fue el último partido de su magnífica carrera, Peyton Manning se despide a lo grande.
Y le debe dar las gracias a Von Miller y a la agobiante defensa de los Broncos por su segundo campeonato de la NFL.
Añadir ese anillo de campeón a sus cinco galardones de Jugador Más Valioso de la liga debe dejar a Manning más que satisfecho y orgulloso ante el momento del retiro, en caso que la victoria de 24-10 ante los Panthers de Carolina constituye su adiós.
No fue la figura del partido. Miller —el Más Valioso de la edición número 50 del Super Bowl— fue el tormento de Carolina, presente en cada jugada clave. A sus 39 años, Manning no fue el máximo protagonista dentro de una campaña en la que sufrió con las lesiones.
Calcando el ejemplo de su jefe en Denver, John Elway, Manning puede despedirse con el trofeo Lombardi tras guiar a Denver a su tercer campeonato, y primero desde 1999, cuando Elway era el quarterback.
“Me voy a tomar un tiempo para reflexionar”, dijo Manning cuando se le preguntó si este Super Bowl marcaba el final de su carrera. “Tengo una par de prioridades por delante. Le voy a dar un beso a mi esposa, a mis hijos… Voy a tomar mucha Budweiser esta noche. Eso va primero”.
La sofocante defensa de Denver no le dio tregua alguna a Cam Newton. Pese a lucir zapatillas doradas en el denominado Super Bowl dorado, Newton no pudo coronar con un triunfo la que fue una fantástica temporada para el Más Valioso de la liga.
Miller le arrebató el balón dos veces, una para un touchdown y la segunda para la anotación que sentenció el duelo. La defensa de Denver, la mejor de la liga, la que zarandeó a Tom Brady en el campeonato de la Conferencia Nacional, hizo que Newton viviera un calvario.
“El crédito es para cada uno de mis compañeros que me ayudaron llegar hasta aquí”, dijo Miller.
Newton fue derribado seis veces. Y cuando Miller no le torturaba, DeMarcus Ware se encargaba de no dejarlo tranquilo. Ware logró dos de las siete capturas, la mayor cantidad por parte de un equipo en el Super Bowl.
La potente ofensiva de Carolina que lideró la liga con 500 puntos acabó con su menor cantidad de puntos en el año.
Denver también fijó una marca de la cual no podrán sacar pecho: acumularon 194 yardas, la menor cantidad por parte de un ganador del Super Bowl.
Pero que importa: los Broncos (15-4) son los campeones y Manning es el primer quarterback que se consagra en el Super Bowl con dos franquicias, Indianápolis en 2007 fue la otra.
Manning completó 13 de 23 pases para 141 yardas contra una férrea defensa de Carolina (17-2) que no pudo estar al mismo nivel que Miller y compañía.
“Este partido personificó nuestra temporada, puso a prueba nuestro talante, nuestra perseverancia y nuestra solidaridad”, dijo Manning. “Es perfecto que terminó así”.
“Me siento bien, bien agradecido”, añadió. “Es realmente especial coronarlo con un campeonato del Super Bowl”.
Fuente: Vanguardia