Este viernes fue cesado el escritor Jorge F. Hernández como Ministro para Asuntos Culturales de la Embajada de México en España, tras contradecir al actual director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), quien supuestamente afirmó que ‘leer por placer es un acto de consumismo capitalista’.
Jorge F. Hernández anunció que fue cesado de sus actividades como Ministro para Asuntos Culturales de la Embajada de México en España.
A través de Twitter, el ministro cultural externó su aplauso y gratitud para el equipo ejemplar del Instituto Cultural de México en España y la Biblioteca Octavio Paz.
“Ayer fui cesado como Ministro para Asuntos Culturales de la Embajada de México en España. Mi aplauso y gratitud para el equipo ejemplar del Instituto Cultural de México en España y la Biblioteca Octavio Paz”, señaló en dicha red social.
Ayer fui cesado como Ministro para Asuntos Culturales de la Embajada de México en España. Mi aplauso y gratitud para el equipo ejemplar del Instituto Cultural de México en España y la Biblioteca Octavio Paz. pic.twitter.com/iDbbm4YgNV
— Jorge F Hernández (@FJorgeFHdz) August 7, 2021
Mediante un comunicado, la SRE anunció el sábado la separación del cargo del reconocido escritor como agregado cultural en España y director del Instituto de Cultura México en el país europeo.
Según el texto, los aportes de Jorge F. Hernández como agregado cultural de México fueron «muy importantes», además de resaltar su trayectoria como escritor y gestor cultural, por lo que fue invitado al cargo en enero de 2019.
En un primer comunicado que fue eliminado poco después, el director ejecutivo de Diplomacia Cultural de la SRE, Enrique Márquez, señaló que el escritor había incurrido en «comportamientos graves y poco dignos de una conducta institucional», para luego borrar el calificativo de «graves».
“Sin embargo, en fechas recientes, desafortunadamente, el señor Hernández incurrió en comportamientos graves y poco dignos de una conducta institucional que nos llevaron a solicitar a la Secretaría el término de su contratación», decía.
El anuncio llega después de que publicara una columna para un diario nacional, donde hizo referencia a Marx Arriaga, director de Materiales Educativos de la SEP.
En esa columna titulada “Por Placer”, F. Hernández hizo mención a que Jenney Julia Eleanor Marx, quien tradujo Madame Bovary de Gustav Flaubert al inglés, hizo ese trabajo “por la necesidad de alimentar a su familia”.
“Quizá Eleonora Marx tradujo a Flaubert por ganarse un dinerito y ayudar a poner comida sobre la mesa de los Marx sabiendo que también traducía por el mero placer de navegar esas páginas que han de ser leídas por sécula seculórum, por obligación en ciertas escuelas, por intriga y curiosidad de alguna mujer fogosa, por algún personaje judío y en fuga soñado por Woody Allen… o simplemente por placer”, escribió.
“Por supuesto que se puede exhortar al populis a que lea por adiestramiento, por memorización, por inculcación ideológica y como ungüento de uniformidad, pero yo parto aquí una lanza en favor de quienes leemos por insomnio… para dejar aclarado ya para siempre que en el fondo se lee por placer y diversos placeres se quedan en pura lectura así sigan babeando las recuas increíbles de advenedizos absolutamente ilegibles”, reflexionó en su texto que vio la luz el pasado 5 de agosto
Por su parte, el director de Materiales Educativos de la SEP, respondió el 30 de julio en su cuenta de Twitter lo siguiente:
“Aquí el texto completo… En ningún momento señalé: “Leer por goce es un acto de consumo capitalista” como algunos medios aseguraron. Me imagino que cumplieron su misión al provocar la rabia de miles que confían en ellos, pero deberían tener respeto por sus lectores y la lectura”.
En días pasados, medios de comunicación informaron que el director de Materiales Educativos de la SEP, cuestionó la promoción de la lectura como un acto de ocio y de placer, en un entorno de consumo, lo que causó polémica y reacciones de la comunidad literaria de México.
Ante la polémica desatada por el texto, integrantes de los gremios cultural y académico, así como defensores de audiencias y algunos abogados y políticos se solidarizaron con el escritor.