La indignación generalizada que causaron dos años consecutivos de nominaciones al Oscar en su mayoría para actores blancos, se consolidó en la frase condenatoria «OscarsSoWhite» en redes sociales.
Según la activista April Reign, la frase ayudó a crear unidad y una ola en los medios de comunicación que el viernes llevó a que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas anunciara reformas a favor de la diversidad.
«Aunque nos sentimos alentados por las noticias de hoy, todavía se deben hacer cambios», dijo Reign, quien todavía hizo un llamado a los espectadores a boicotear la ceremonia del 28 de febrero. «Los candidatos siguen siendo los mismos de hace una semana».
Las acciones anunciadas el viernes por la presidenta de la Academia Cheryl Boone Isaacs y que siguieron a una votación por unanimidad de la Junta de Gobernadores de la Academia, conformada por 51 miembros, fueron para algunos una respuesta rápida poco común a la crisis que envolvió a los premios Oscar cuando se anunciaron las nominaciones ocho días antes.
Pero para muchos que han ejercido presión para el cambio, el anuncio de la Academia fue visto como sólo el principio: un primer paso en un movimiento creciente que busca igualdad de oportunidades, en los escenarios y en los premios, en una industria que está lejos de igualar la composición racial, étnica y de género de su público.
«Aplaudo sus intentos de hacer algo al respecto», dijo Don Cheadle, quien fue nominado al mejor actor en 2005 por su actuación en «Hotel Rwanda». Pero consideró que se está «tratando el síntoma y no las causas que nos hicieron llegar hasta aquí y que tienen que ver con la inclusión, el acceso y la capacidad de las personas de color, mujeres y minorías para conseguir posiciones donde destaquen en una película».
El objetivo de la Academia es duplicar el número de mujeres y minorías en 2020, aunque no ha dado a conocer su composición demográfica actual.
Fuente: La Razón