La Secretaría de Salud del Gobierno Federal informó de 248 mil muertes adicionales a las 196 mil reportadas por COVID-19 hasta el 6 de marzo pasado.
En su reporte ‘Exceso de mortalidad por todas las causas, durante la emergencia por COVID-19‘ la Secretaría de Salud señala que hasta el 15 de marzo el exceso de defunciones acumulado es de 444 mil 722.
Las autoridades definen el exceso de mortalidad como el número de defunciones observadas menos el número de defunciones esperadas. En otras palabras son las muertes que no se esperaba que ocurrieran.
Del 17 al 23 de enero, después de las fiestas decembrinas, se reportaron 44 mil 884 defunciones, cifra más alta en lo que va de la pandemia de COVID-19 en el país.
La Ciudad de México se ubica como la entidad con más decesos al acumular 91 por ciento de exceso de muertes; seguida del Estado de México con 79 por ciento de exceso.
El alto número de muertes por COVID-19 se asocia además a que las víctimas padecían otras enfermedades, a la tardanza en acudir al hospital o por ambas razones.
Malaquías López Cervantes, profesor de Salud Pública en la Facultad de Medicina de la UNAM, criticó que al inicio de la pandemia la Secretaría de Salud recomendara acudir al hospital solo hasta presentar dificultad para respirar, cuando “la insuficiencia respiratoria significaba que ya era caso grave”.
Afirmó que fue un “error gravísimo de interpretación porque al principio se pensó que COVID-19 era como la influenza, pero resultó diferente”.
Fuente: Animal Político