Debido a que la sardina se encuentra disponible en el mercado nacional todo el año, ya sea en presentación enlatada o fresca, es uno de los pescados que más se consumen en México.
Si se considera que el consumo per cápita de pescado en México es de alrededor de 12 kilogramos, de acuerdo a SADER/CONAPESCA, existe un gran potencial para la industria sardinera y pesquera en general en su conjunto sobre este segmento de mercado.
Entre los beneficios que el consumo de sardina aporta al cuerpo humano, están que ayuda a equilibrar los niveles de grasas saturadas, contribuye a la formación de glóbulos rojos de la sangre y asiste en la prevención de la hipertensión, entre otros, debido a que contiene vitaminas A y B, y minerales como el calcio, hierro, yodo, magnesio, zinc y potasio.
Además de ser nutritivo, este pescado se puede obtener a un precio muy accesible y su sabor ¿qué decir? alcanza el grado umami (Sabroso). Es fácil de preparar de formas tan diversas como atractivas sean, tostadas, con pasta, en empanadas, empanizado, entre otros.
Actualmente se puede adquirir en tiendas de conveniencia como de autoservicio en cada vez más variedad de presentaciones (en salsa de tomate, en aceite de soya, en chipotle, solo por mencionar algunas).
La sardina es un pez pequeño, plateado y alargado, que pertenece al grupo identificado como Pelágicos menores; su nombre se tomó de su lugar de origen, la Bahía Sardinia en Italia, donde estos peces eran muy abundantes. De acuerdo con un estudio publicado por Nature Photonics, esta especie tiene un mecanismo óptico en la piel –específicamente capas de cristales de guanina– que funcionan como reflectores de la luz y que les permite ajustar sus reflejos al entorno y así escapar de sus depredadores. Este descubrimiento podría ser útil para mejorar instrumentos como los focos LED y la fibra óptica.
Esta especie de la familia Clupeidae representa la mayor pesquería de México (tiene el primer lugar en volumen), al abarcar aproximadamente el 40 por ciento del total de la producción nacional, con miles de toneladas generadas al año que posicionan a nuestro país en los primeros lugares a nivel mundial. Los Estados productores de este pescado son Sonora, Sinaloa, Baja California y Baja California Sur.
Las especies de pelágicos menores que se capturan en México son: Sardina monterrey, S. crinuda, S. japonesa, S. bocona, anchoveta, macarela, charrito y S. piña.
El Programa Nacional de Pesca y Acuacultura 2020-2024 tiene el objetivo de incrementar la producción pesquera y acuícola del país en 15.52% para aumentar la rentabilidad de los pescadores y acuicultores de pequeña escala en 76 por ciento y mejorar en 22 por ciento el estado de las pesquerías. ¿Qué pasaría si el mexicano comiera más sardina? Contribuiría a este fin y a potenciar aún más a la industria. Aprovechemos estas tendencias e incrementemos su consumo en al menos dos veces por semana, beneficiaremos al país y nuestra salud.
Destacamos que en Sonora se encuentran certificadas las pesquerías de sardina Monterrey y Crinuda desde 2011 y en Sinaloa se certificó la pesquería de sardina Crinuda desde 2015, como pesca sostenible por el Marine Stewardship Council o MSC, lo que hace constar que se dejan suficientes peces en el océano, se respetan los hábitats y se garantiza que las gentes de la pesca puedan mantener su medio de vida.