Japón acaba de designar un ministro de la Soledad para atender una serie de problemas sociales como el suicidio, que se han agravado durante la pandemia de coronavirus.
El primer ministro Yoshihide Suga agregó un ministro de la Soledad a su gabinete a principios de febrero, siguiendo el ejemplo del Reino Unido, que en 2018 se convirtió en el primer país en crear un rol similar, informa el diario The Japan Times.
Suga nombró al ministro Tetsushi Sakamoto, quien está a cargo simultáneamente de combatir la caída de la tasa de natalidad del país y revitalizar las economías regionales, para la nueva cartera.
20 mil 919 personas se quitaron la vida en 2020 en Japón, 750 más que el año anterior.
La Oficina del Gabinete también estableció un grupo de trabajo el viernes pasado que busca abordar el problema de la soledad en varios ministerios, incluso investigando su impacto.
Las discusiones sobre la soledad, y cómo se amplificó durante la pandemia, se han precipitado por la iniciativa que tomaron el mes pasado algunos legisladores jóvenes del gobernante Partido Liberal Democrático para formar un grupo para investigar el tema.
Posteriormente, el tema se abrió camino a las discusiones en la Dieta Nacional, órgano máximo de poder del Estado, donde comenzó a atraer una mayor atención política.
Pero la medida también parece subrayar la consternación de Suga por un aumento reciente en el número de suicidios en Japón.
Según cifras preliminares publicadas por la Agencia Nacional de Policía, 20 mil 919 personas se quitaron la vida en 2020, 750 más que el año anterior y marcando el primer aumento interanual en 11 años.
El incremento se atribuye en gran parte a un aumento notable de suicidios entre mujeres y jóvenes.
Al confiar el puesto a Sakamoto, Suga expresó su preocupación de que «más mujeres se sienten solas y propensas al suicidio» y le pidió que elaborara políticas «integrales» contra la soledad.
Suga dijo que personas de todos los ámbitos de la vida, incluidas las personas mayores recluidas en casa y los estudiantes universitarios que no pueden asistir a clases en persona, se sienten cada vez más aislados en la era del covid-19.
Fuente: Excélsior