Los quioscos franceses pusieron a la venta hoy un millón de ejemplares del número especial de la revista satírica «Charlie Hebdo», a un día del primer aniversario del atentado contra la publicación.
El número 1224 del polémico seminario tiene 32 páginas, el doble que una edición normal, e incluye dibujos y comentarios de la docena de caricaturistas y periodistas fallecidos en los atentados.
Varios miles de ejemplares de la revista, que antes de los atentados estaba en quiebra y un año después muestra un buen estado financiero por las donaciones recibidas, serán distribuidos en otros países europeos, precisaron fuentes de la publicación.
El año pasado, en su primer número luego de los atentados, la revista vendió siete millones y medio de ejemplares y provocó largas filas ante los quioscos para comprar la publicación.
Esta mañana no se esas filas, pero el nuevo número suscitó interés de acuerdo a fuentes de distribución de prensa.
«He comprado un ejemplar. Para mí es sobre todo una compra simbólica. Es para celebrar la libertad de la prensa» comentó anónimamente un hombre de edad avanzada que adquirió la revista.
«Para mí es una manera de celebrar y para saber como han vivido esa historia. Yo lo veo como una manera de apoyar al equipo (de Charlie hebdo) para que continúen» declaró de su lado una mujer que compró la publicación ante un quiosco del centro de París.
En un año, la revista, que vendía un promedio de diez mil ejemplares antes de los atentados del siete de enero, pasó a tener 210 mil suscriptores y más de veinte millones de dólares de reservas de acuerdo a balances de medios locales.
La portada de la revista del número especial provocó críticas del Vaticano porque aparece una caricatura de un dios católico con una ametralladora, su túnica manchada de sangre y un mensaje en el que se lee «un año después el asesino anda suelto».
La imagen fue dibujada por el caricaturista Riss uno de los supervivientes del atentado cometido por dos hermanos franceses radicalizados, acto considerado un «ataque» contra la libertad de expresión.
En el editorial de la revista, Riss critica a los «fanáticos del Corán» y a miembros «de otras religiones» que desearon la muerte de la revista satírica por «osar reírse de lo religioso».
La revista fue atacada presuntamente porque desde 2006 publicó en varias ocasiones caricaturas con bromas sobre el profeta musulmán Mahoma.
La víspera, el presidente francés Francois Hollande, develó una placa con el nombre de los doce fallecidos de la publicación en la fachada de la antigua sede de la revista, en una calle del undécimo distrito de la capital francesa.
Fuente: Radio Fórmula