La oración del Papa Francisco acompaña a Joseph Biden el día en que toma posesión de su cargo en Washington y jura, ante los ojos del mundo, como el 46º presidente de los Estados Unidos de América. «Un alto cargo», reconoce el Pontífice en el mensaje que llega en coincidencia con el inicio de la ceremonia de inauguración, en medio de las estrictas reglas impuestas por la pandemia y de las igualmente estrictas medidas de seguridad:
“Le manifiesto mis cordiales felicitaciones y la seguridad de mis oraciones para que Dios Todopoderoso le conceda sabiduría y fuerza en el ejercicio de su alto cargo. Que bajo su guía, el pueblo estadounidense continúe obteniendo fuerza de los altos valores políticos, éticos y religiosos que han inspirado a la nación desde su fundación”
Así pues, la mirada del Pontífice se dirige a la labor que el nuevo líder de la Casa Blanca tendrá que realizar en el país, que hoy llora más de 400.000 muertos a causa del Covid-19 y que acaba de cerrar un año marcado por las protestas, los acalorados debates públicos y las cuestiones raciales. Que sea una obra marcada por la justicia, la libertad y el respeto a la dignidad humana:
“En un momento en que las graves crisis que afligen a nuestra familia humana exigen respuestas unidas y con visión de futuro, rezo para que sus decisiones estén guiadas por la preocupación de construir una sociedad caracterizada por la justicia y la libertad auténticas, junto con el respeto indefectible de los derechos y la dignidad de todas las personas, especialmente los pobres, los vulnerables y los que no tienen voz”
«América Unida» es el tema elegido por el nuevo presidente Biden para la ceremonia de hoy, para subrayar el mayor desafío que le espera en los próximos cuatro años. Y la oración del Papa vuelve a esto de manera similar a cuando, unas horas después del asalto al Capitolio, exhortó al sentido de la responsabilidad y a la promoción de la reconciliación en el Ángelus del 10 de enero pasado:
«También pido a Dios, fuente de toda sabiduría y verdad, que guíe sus esfuerzos para fomentar el entendimiento, la reconciliación y la paz en los Estados Unidos y entre las naciones del mundo, a fin de promover el bien común universal».
Luego la bendición final, que el Pontífice extiende a todo el pueblo americano:
«Con estos sentimientos, con gusto invoco sobre usted, su familia y el amado pueblo estadounidense una abundancia de bendiciones».
Fuente: https://www.vaticannews.va/