La ciudad de Nueva York pretende rescindir sus contratos con la Trump Organization del presidente saliente de Estados Unidos, que incluyen la gestión de algunas atracciones del Central Park y de un campo de golf en el Bronx, tras la violenta invasión del Congreso la semana pasada, anunció este miércoles el alcalde Bill de Blasio.
«La ciudad de Nueva York no hace negocios con insurrectos. Estamos tomando medidas para rescindir los acuerdos» que confiaban al grupo propiedad de Donald Trump la explotación de un carrusel y dos pistas de hielo en el Central Park, así como un club de golf en el distrito del Bronx, adelantó De Blasio en su cuenta de la red Twitter.
Consultado en la cadena MSNBC, el alcalde explicó que los juristas municipales habían concluido que la ciudad está en su derecho de interrumpir estos acuerdos, que suman más de 17 millones de dólares: «Si una empresa o la dirección de una empresa participa en actividades criminales, tenemos el derecho de terminar el contrato», explicó.
«Incitar a la insurrección contra el gobierno de Estados Unidos es claramente una actividad criminal», añadió el alcalde.
Desde los disturbios del 6 de enero en el Capitolio -sede del Congreso en Washington-, varias empresas y organizaciones, incluido el Deutsche Bank, banco principal utilizado por el magnate republicano, anunciaron que cortarían sus vínculos o tomarían distancias con Trump y su corporación familiar, la Trump Organization, con sede en la Torre Trump, en la Quinta Avenida de Nueva York.
En los años 80, mientras Trump, por entonces un simple hombre de negocios neoyorquino, se encontraba en plena ascensión, su compañía asumió la gestión de dos pistas de patinaje de Central Park: la Wollman Rink, la más turística, situada al sur del parque y que permaneció cerrada durante varios años por obras al comienzo de esa década, y la Lasker Rink, ubicada más al norte y construida en 1966.
Donald Trump, quien debe ceder su cargo el 20 de enero al demócrata Joe Biden tras perder las elecciones de noviembre, estaba muy orgulloso de estas instalaciones y las citaba regularmente como pruebas de su talento como empresario inmobiliario.
La violenta invasión del Capitolio por parte de los seguidores de Trump se dio luego de reiterados reclamos y la convocatoria del presidente a protestar contra la certificación de la victoria de Biden en las elecciones, juzgada sin pruebas como «fraudulenta».
Fuente: El Economista