En México, las artesanas mexicanas han puesto «manos a la obra» para diseñar cubrebocas con bordados en medio de la pandemia de COVID-19, los cuales tienen características de sus respectivas regiones.
Tal es el caso de Slumalil Jolobiletik, que desde Chiapas crea bordados hechos a mano en diversos artículos, y ahora mismo se encuentra confeccionando, entre otras prendas, cubrebocas bordados.
Daira, originaria de San Juan Chamula, explica que Slumalil Jolobiletik significa ‘La casa de los bordados’ en tzotzil, su lengua materna.
Cuenta que usualmente vende junto a otros artesanos en una plaza en el lugar.
«El día 2 de abril aquí en San Cristóbal de las Casas estábamos en cuarentena y no hacíamos las cubrebocas, veníamos a vender y todo eso pero no había nada de venta, no vendíamos nada y como nos sostenemos día a día teníamos que salir de alguna otra manera.
«Primero empezamos a hacer cubrebocas lavables y a veces se vendían y a veces no. Luego, como nos sostenemos del día a día, teníamos que salir adelante, nunca nos rendimos. Hasta que se nos vino la idea de hacer cubrebocas bordadas», narra.
Daira explica que hay diferentes tipos de bordados. Unos hechos en tela de manta verde con doble filtro por dentro tarda dos días en hacerlos a mano. Además, se encuentra realizando envíos a toda la República y al extranjero.
En tanto, desde Hidalgo, Norma Gallegos Santos diseña vestidos y mantas, pero también mascarillas, con bordado de Tenango.
«Estamos elaborando cubrebocas, la verdad lo inicié en vista que las ventas bajaron mucho a raíz de esta contingencia… un cliente me preguntó si hacía cubrebocas y le dije que sí, ¡claro! Me puse a trabajar en ellos y se los hice. La señora quedó encantada, me dijo ‘muchas felicidades, le quedaron muy bonitos, acá todas mis amigas me pidieron, ¡haga más!», indica Norma Gallegos, que maneja la cuenta Bordados Tenangos en Facebook.
«Cuál fue mi sorpresa, ¡que todos quieren usar un cubrebocas artesanal! Me dicen, si vamos a traer la cara cubierta por lo menos vamos a lucir esta belleza», comenta.
Las mascarillas hechas por Norma Gallegos cuentan con dos capas: un filtro, una capa de algodón y la manda bordada. Y son lavables, apunta. También realiza envíos.
Sinibí Jípe, una marca conformada por mujeres rarámuri que elaboran ropa para preservar su cultura, también ha comenzado a confeccionar mascarillas.
A través de su cuenta de Instagram, las artesanas han compartido sus avances creando estos cubrebocas e incluso han hecho videos de cómo funcionan estos ante un estornudo.
La firma ha expuesto en su red social que realizan pedidos a cualquier parte del país, así como a Estados Unidos y Canadá.
Por su parte, Artesanía Ta Rococó, también desde Chiapas, usualmente confecciona blusas bordadas a mano y adornos con chaquiras, pero también ha comenzado a diseñar mascarillas con flores coloridas bordadas.
Fuente: El Financiero