Después de cinco horas de hacer fila, mucho de ese tiempo bajo el sol, Martha pasa a la carpa blanca de uno de los macro quioscos de la salud del gobierno de la Ciudad de México, habilitados para hacer pruebas de COVID-19. Una persona con el traje de seguridad como de astronauta le raspa la garganta con un hisopo. 20 minutos después tiene el resultado, es negativo. No tiene la infección, al menos eso dice el papel tamaño media carta que le han entregado.
Lo que no sabe es por qué entonces tiene tos, gripa, dolor en el pecho y un rojo en los ojos que se acentúa por el contraste con su cubrebocas blanco. Dice que no le dijeron si tenía alguna otra cosa ni la mandaron con el médico. Pero ella está aliviada con el resultado.
Los macro quioscos de la salud forman parte de la respuesta del gobierno capitalino ante el repunte de casos positivos en la ciudad. La capital reportó el 23 de noviembre 48% de ocupación hospitalaria, un índice de positividad (el número de personas en las que se confirma la infección de todas las que se hacen las pruebas) de 29% y 1,114 nuevos casos confirmados.
Es, de acuerdo a los datos de la Secretaría de Salud federal, uno de los focos rojos del repunte en el país, por incidencia de casos positivos, junto con Querétaro, Aguascalientes, Zacatecas, Durango y Baja California Sur, que tienen más de 70.0 por cada 100 mil habitantes.
En la ciudad, el 2 de septiembre se registraron 830 casos nuevos de COVID. La curva empezó a subir en la semana epidemiológica 38, del 13 al 19 de septiembre, ese día se registraron 1,152 casos nuevos. El 20 de octubre fueron 1,446. Después los números han tenido un comportamiento oscilante. El 31 de octubre, los casos nuevos fueron 1,267; el 10 de noviembre, 1,407 y este 23 de noviembre, 1,114.
Ante el repunte, el viernes 20 de noviembre, el gobierno capitalino instaló 26 de estos macro quioscos para hacer pruebas rápidas de COVID-19, de las de antígenos, ya avaladas por salud y Cofepris, en puntos de gran afluencia, como las explanadas de las alcaldías.
Estos se suman a los quioscos para asesoría médica y pruebas instalados en las 158 colonias de atención prioritaria (que concentran el 41% de los contagios de COVID en la capital) y a la vigilancia epidemiológica casa por casa en estas mismas zonas.
Preocupada por el repunte de casos en la CDMX, la población se ha volcado a los nuevos macro quioscos.
Martha no se llama así, pero accede a contar cómo es esto de hacerse la prueba en estos lugares y por qué vino, solo si no tiene que dar su nombre. Dice que tiene tres familiares con COVID. “No vivo con ellos, viven en la casa de al lado, pero yo empecé con los síntomas desde el 17 de noviembre. Pensé que sí estaba enferma y me asusté. Tengo una nieta chiquita y no quería contagiarla. Necesitaba confirmar si estaba infectada para tomar medidas”.
La mujer de unos 50 años cuenta que ella no vive en la CDMX, sino en Naucalpan, Estado de México. “Pero allá no hay de estos módulos. Estuve checando en internet y no hay. Tampoco están haciendo pruebas en el centro de salud de allá. Vine ayer (lunes) al medio día a preguntar si me la podían hacer aquí y me dijeron que sí, pero que ya no había fichas, que viniera hoy (martes) muy temprano”.
Cuenta que este 24 de noviembre llegó a las 7 de la mañana al módulo y ya había una larga fila. “Hay personas que llegaron desde las 5am. A mí me tocó la ficha 72. Repartieron 120. Sí hubo gente que ya no alcanzó, pero fueron pocas, unas 10. Les dijeron que regresen mañana más temprano”.
Sobre su no residencia en la Ciudad de México no le pusieron ningún pero, solo le pidieron su credencial de elector y llenar un formulario, donde debió registrar todos sus malestares. “Lo único que te dicen es que si no tienes síntomas mejor le cedas tu lugar a alguien que sí los tenga. No vi que le negaran la prueba a nadie. Pero tampoco vi a nadie que no viniera con síntomas”.
Unos lugares atrás de ella en la fila estaba Gerardo Sánchez, él sí habitante de la alcaldía Azcapotzalco. Tenía tres semanas con síntomas de COVID. Se había hecho la prueba, pero solo la de sangre, la serológica, que la Secretaría de Salud ha dicho que no es adecuada para confirmar una infección en curso sino solo si el sistema inhume ya estuvo en contacto con el virus. Salió negativa, pero como Gerardo tenía síntomas se aisló.
“Todavía no me siento del todo bien, aun tengo como gripa. Pero ya hay que volver al trabajo, por eso vine. La prueba me volvió a salir negativa. Voy a presentar en la empresa el resultado y a ver qué me dicen, si es que ya vuelvo al trabajo o qué deciden. Igual yo me hice la prueba también porque necesitaba saber si de verdad no tenía COVID”.
En el macro quiosco de la alcaldía Cuauhtémoc este 24 de noviembre se vivió algo muy similar al de Azcapotzalco. Cinthia Jocelyn Miranda y su mamá, María de Lourdes Navarro, llegaron a las 6:30 de la mañana y les tocó la ficha 113 y 114 de 130 que dieron. “Es que sí hay mucha demanda”, dicen.
Aquí las pruebas estuvieron a punto de suspenderse por una manifestación feminista que estaba por arribar a la explanada de la delegación. “Nos dijeron que no se iban a hacer las pruebas por eso y la gente se puso pesada, pues es que nos sentimos mal y cómo vamos a venir mañana. Ya como la gente protestó, las empezaron a hacer. Yo pasé como a las 11:15 y salió negativo”, dice Cinthia.
La mujer de unos 30 años dice que fue a hacerse la prueba porque ella ya dio positivo a COVID y quería confirmar si ya no tenía la enfermedad. Su madre, María de Lourdes, también se hizo la prueba hace tres semanas, pero ella salió negativa, pese a que tenía síntomas y había convivido con su hermana y su cuñada, quienes el 12 de noviembre fallecieron por el coronavirus.
María de Lourdes dice que aun tiene mucha tos y gripa. De hecho tose varias veces durante la breve entrevista. Pero el resultado fue negativo por segunda vez, así que está más tranquila. “Hemos estado con miedo, la verdad, como estuvimos con mi hermana y mi cuñada, nos dio temor porque lo suyo fue como magia, el lunes las vimos y el miércoles ya habían muerto. Pero pues ya salió negativo el de nosotras dos”.
Fuente: https://www.animalpolitico.com/