Un juez federal de Estados Unidos bloqueó este miércoles las expulsiones de inmigrantes menores no acompañados en la frontera sur, colindante con México, una medida que el gobierno de Donald Trump había justificado por la pandemia de Covid-19.
El magistrado Emmet Sullivan, del Distrito de Columbia, falló que es probable que los menores sufran un daño irreparable porque podrían sufrir violencia sexual y de otra naturaleza, así como torturas o la muerte si son devueltos a sus países natales.
Además, el juez declaró no estar convencido por los argumentos presentados por el gobierno e indicó que hay suficientes recintos sin utilizar donde los niños podrían ser alojados.
La demanda contra la expulsión fue interpuesta en los tribunales por la influyente organización de derechos civiles American Civil Liberties Union (ACLU) en nombre de un adolescente guatemalteco que huyó de su país porque era perseguido por las opiniones políticas de su padre. El muchacho buscaba llegar a Estados Unidos, donde reside su padre, para reencontrarse con él.
El gobierno de Trump -que mantiene mano dura contra la inmigración legal e ilegal -adoptó esta política tras el inicio de la pandemia, apoyándose en una vieja norma de salud pública relativa al control de las epidemias en la frontera, pero que según los abogados demandantes vulnera los derechos especiales que protegen a los menores.
«El fallo de hoy es un paso crítico para detener el intento ilegal y sin precedentes del gobierno de Trump de expulsar a niños utilizando como pretexto la salud pública», indicó Lee Gelernt, abogado de ACLU.
Hasta septiembre de este año, el gobierno del presidente Donald Trump ha expulsado a más de 159 mil personas desde que en marzo entró en vigor la orden de emergencia, entre ese número se encuentra 8 mil 800 menores de edad que fueron sacados del territorio de manera expedita y no estaban acompañados por un adulto.
Fuente: La Jornada