La demanda de carne en China, afectada por la baja en la producción, permitirá crecer de 30 mil toneladas exportadas en 2019 a 60 mil para este año.
La producción de carne de puerco en México se estimó en 1.7 millones de toneladas este 2020, es decir, un 4 por ciento en comparación con lo registrado el año pasado, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), con datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
Asimismo, pronosticó “que las exportaciones de cárnicos de cerdo alcancen las 212 mil toneladas”, lo que representa un incremento de 20.5 por ciento con respecto a 2019, cuando México alcanzó un hato de 18.6 millones de cabezas, un 4.5 por ciento de la cifra revisada en 2018. Para este año se estimaba alcanzar un volumen de 19.2 millones de cabezas, es decir, 3.1 por ciento más que el año anterior, sin considerar el confinamiento y la contingencia sanitaria por covid-19.
Al cierre de 2019, el consumo nacional de carne de porcino llegó a niveles máximos, con un incremento del 2.3 por ciento, respecto de 2018, “y se esperaba que en 2020 el consumo continuara con su ritmo de crecimiento impulsado por la mayor producción”.
El principal comprador de la carne de porcino mexicana fue Japón, con una participación del 66.7 por ciento, seguido de China y EEUU, con el 16.6 y el 8.8 por ciento, respectivamente. Mientras que el principal proveedor de la carne de cerdo importada por México fue EEUU, 83.9 por ciento, seguido de Canadá, con el 15.9 por ciento.
Respecto a la importación de carne de puerco, en 2020 esta se incrementará 2.5 por ciento en comparación con 2019, derivado del incremento en el consumo, sin que afectaran de manera significativa a las exportaciones.
En el ámbito mundial, México es el noveno productor de carne de cerdo, el sexto en exportación y el tercero en importación. En cuanto al consumo de esta proteína animal, se halla en el octavo puesto, con un consumo per cápita de 19.9 kg al año.
De acuerdo con datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), la producción mundial en 2019 se contrajo un 8.4 por ciento en relación con 2018, y se espera que en 2020 continúe la tendencia hasta un 7.5 por ciento, respecto de 2019, por factores como la peste porcina africana, que afectó a un número importante de productores en el mundo y otras complicaciones sanitarias en los principales países productores como China.
La enfermedad se extendió a países como Camboya, Corea del Norte, Laos, Mongolia y Vietnam, además de estar presente también en la Unión Europea.
El USDA detalló que el inventario porcino alcanzará un total de 19.9 millones de cabezas en 2020. Mientras que la porcicultura mexicana para 2020 será de alrededor del 3 por ciento, con 2.5 millones de toneladas. A inicios de 2019, la Sader reportó que las madres con las que cuenta México para producir las 1.5 millones de toneladas de carne de cerdo, se sitúan en 1.93 millones de vientres, 88 mil 210 sementales y 236 mil 77 reemplazos.
Con casi el 70 por ciento de la producción de carne de cerdo concentrada en cinco estados (Jalisco, Sonora, Puebla, Yucatán y Veracruz), hasta julio del año pasado, el SIAP reportó un total de 897 mil 415 toneladas de proteína animal porcina, es decir, 6.3 por ciento, respecto al periodo enero-julio de 2018.
Pese a ello, el ritmo de exportación para nuestro país ha mostrado un ritmo acelerado de crecimiento de 24.8 por ciento, de acuerdo con la Confederación de Porcicultores Mexicanos (CPM).
La demanda de carne en China, afectada por la baja en la producción, permitirá crecer de 30 mil toneladas exportadas en 2019 a 60 mil para este año. Así, al ini- cio de la pandemia las exportaciones de carne de cerdo se dispararon un 51.2 por ciento en comparación con los primeros tres meses de 2019, hasta llegar a las 57 mil 691 toneladas métricas.
Los envíos a China representaron el mayor crecimiento, para el primer trimestre de 2020 se exportaron 16 mil 500 toneladas, 943 por ciento más que en el mismo periodo de 2019.
“China es el principal importador de carne de cerdo y se prevé que haya un incremento en sus importaciones en lo que resta del año. La industria porcícola está muy animada con esta gran oportunidad de mercado, la cual tendrá como resultado, un crecimiento anual de aproximadamente el 4 por ciento para la industria mexicana”, dijo Raúl García, gerente técnico de la Unidad de Porcicultura de MSD Salud Animal en México.
Para vender en el mercado internacional, la carne de puerco debe cumplir las diferentes certificaciones requeridas por los países consumidores, y principalmente garantizar la inocuidad de los alimentos, el uso de antibióticos solo en caso necesario y evitar el sufrimiento animal, tanto durante su vida, como al momento de sacrificarlo.
Aproximadamente, el 70 por ciento de la producción de carne de cerdo en México cumple con las certificaciones del USDA, TIF 66, TIF 148 y BPP (buenas prácticas de producción pecuaria), cumple con el retiro de la ractopamina del alimento (0.0 ppm) y con las restricciones de antibióticos.
“La carne de cerdo mexicana tiene mucho prestigio en cuanto a calidad en el mercado asiático. Buscan principalmente productos con los sellos ‘Carne de Cerdo Mexicana’, ‘México Calidad Suprema’ o ‘TIF’. Además, las granjas porcinas en México cuentan con alta tecnología, emplean biológicos innovadores y usan responsablemente los antibióticos, lo cual aporta a la calidad e inocuidad de la carne”, indicó Guillermo Bernal, Key Product Manager de la Unidad de Porcicultura de MSD Salud Animal en México.
También se deben certificar las prácticas en granjas, rastros y plantas procesadoras, con el objetivo de facilitar el entendimiento del proceso de exportación a este país.
China, una inminente oportunidad de crecimiento en la producción Varios expertos aseguran que las reservas de carne de cerdo en China están casi agotadas, aun cuando hay un gran hermetismo sobre esta situación por parte del gobierno de esta nación, considerada el principal productor, consumidor e importador de este tipo de carne en el mundo.
Enodo Economics, una consultora con sede en Londres y experta en China, estima que las reservas cayeron alrededor de 452 mil toneladas entre septiembre de 2019 y agosto de este año. China contaría con menos de 100 mil toneladas de reservas de carne de cerdo restantes. “A este ritmo, dentro de dos o tres meses estarán sin nada”, sostuvo la consultora.
Esta información ha sido respaldada por un agregado de la USDA en Pekín. “Las reservas de carne de cerdo parecen haberse agotado en su mayor parte para el tercer trimestre de 2020”, agregó.
Desde el brote de la peste porcina africana en China, se han sacrificado más de 100 millones de cerdos, lo que hizo que el precio de esta carne alcanzara niveles récord en el país, por lo que para mitigar esta alza, el gobierno chino debió vender su reserva congelada de carne al mercado interno.
Sin embargo, la medida no logró que el precio bajara a los niveles que las autoridades esperan. De hecho, el costo de la carne aumentó a más del 50 por ciento en agosto con respecto a 2019.
La disminución de las reservas significa que la “capacidad de Pekín para intervenir directamente en el mercado de la carne de cerdo será más limitada en la segunda mitad de 2020 y en 2021”, advirtió el USDA. Mientras que las importaciones alcanzaron las 430 mil toneladas en julio, más del doble que el año anterior.
“La demanda de China está en niveles récord este año. Es el actor principal en el comercio mundial de carne animal”, dijo Justin Sherrard, estratega global en Rabobank, por lo que estiman que es muy probable que el aumento de las importaciones en lugar del agotamiento de las reservas “tuviera un impacto mucho mayor” en los precios de la carne de cerdo.
Sin embargo, esta ventana de oportunidad será breve, pues los granjeros chinos han vuelto a criar cerdos masivamente, incluso a pesar de que persisten brotes del virus de peste porcina, que es mortal para el animal pero inofensivo para los humanos.
Esto también ha hecho que los precios de los cereales, necesarios para la cría y alimentación del cerdo, también aumenten. Lo que, a su vez, ha impulsado un repunte de los precios en el mercado mundial. (REVISTA 2000AGRO.)