Italia registró 5.901 casos de coronavirus en las últimas 24 horas, la cifra más alta desde finales de marzo, y los muertos subieron en 41, según el boletín de hoy del Ministerio de Sanidad, mientras el primer ministro, Giuseppe Conte, pidió que se respeten las reglas para evitar un confinamiento del país. El aumento de los nuevos contagios se produce cuando se han hecho más de 112.000 pruebas diagnósticas, una cifra elevada y en línea con las que se vienen realizando en los últimos días.
El último día se han registrado 41 víctimas mortales, lo que eleva el balance a las 36.246, un dato que no se veía desde mediados de junio. Así, en total se han infectado 365.467 personas en Italia desde que se decretó la emergencia, el 21 de febrero, con los primeros casos positivos locales. Actualmente en el país hay 87.193 personas con la COVID-19, de las que la gran mayoría están aislados en casa, pero están aumentando con fuerza los ingresados, 317 solo desde ayer, hasta los 5.590 pacientes.
De estos 514 requieren cuidados intensivos, 62 más que ayer lunes. El Gobierno italiano aprobó un nuevo decreto con restricciones para contener los contagios, disparados en los últimos días. Entre las nuevas reglas están el cierre antes de medianoche de establecimientos públicos como bares y restaurantes, y a las 21.00 en caso de que no tengan servicio de mesa con el objetivo de evitar aglomeraciones de personas que beben de pie en las calles.
También quedan prohibidos los partidos de deportes de contacto entre amigos, como el fútbol o el baloncesto, así como celebrar fiestas privadas en lugares públicos y discotecas o al aire libre o en el interior y las excursiones escolares. El decreto trata de limitar los contagios en los núcleos familiares, origen de alrededor del 70 por ciento de las infecciones. Se podrá seguir celebrando fiestas de ceremonias como bodas o bautizos pero siempre con menos de treinta participantes, y se recomienda no invitar a casa a más de seis personas.
El primer ministro italiano pidió hoy al país respetar estas normas para frenar el avance de la pandemia. «Las nuevas reglas supondrán sacrificios pero estamos convencidos de que respetándolas podremos afrontar esta fase adecuadamente. Nuestro objetivo es muy claro: evitar un confinamiento generalizado al país», aseguró. Conte señaló que tras el cierre de la pasada primavera, la economía ahora está «empezando a correr de nuevo» y para que esto siga siendo así y para garantizar la salud es preciso respetar estas nuevas restricciones. El primer ministro además atajó las críticas de quienes sospechan un intento de controlar la vida privada de los italianos y aseguró que «no se mandará a la policía a las casas» para controlar que no se hacen fiestas o grandes banquetes. «Debemos proteger la esfera privada de la vida pero es preciso comprometerse a actuar de forma prudente», zanjó.
Fuente: https://www.enfoquenoticias.com.mx/