En un intento de evitar un regreso al confinamiento total en el Reino Unido, el primer ministro Boris Johnson anunciará en la Cámara de los Comunes por esta tarde y en un mensaje a la nación por la noche un nuevo sistema con tres niveles de restricciones sociales dependiendo de la gravedad de la situación en cada zona.
Con la disparada de casos desde el reinicio de las clases a principios de septiembre, con contagios que fluctúan entre los 12 y 17 mil casos diarios, con el sistema de testeo y rastreo en crisis y el peligro de un desborde de la capacidad hospitalaria a fin de octubre, el gobierno advirtió que el Reino Unido está a un paso del confinamiento total del pasado marzo.
“El invierno es siempre una época muy difícil para el sistema nacional de salud. Esta vez es mucho peor porque entramos en los meses de más frío y oscuridad en medio de una pandemia muy grave. Tenemos viento en contra. Si no actuamos estaremos en la situación del pasado marzo”, dijo anoche el número dos de la Autoridad Médica Inglesa, Jonathan Van Tam.
Las declaraciones de Van Tam coronan un fin de semana de anuncios y advertencias difundidos en todos los medios sobre las nuevas restricciones que dará a conocer Boris Johnson.
El nuevo sistema de niveles de alerta se disparará automáticamente cuando una zona llega a un determinado nivel de infecciones por 100 mil habitantes y el nivel de contagios alcance una determinada intensidad.
El nivel 1, el más leve, abarcará a las zonas con menos de 100 casos por 100 mil habitantes y refleja las restricciones existentes hoy en día a nivel nacional. La llamada “rule of six” establece un límite máximo de seis personas para las reuniones sean puertas adentro o en lugares públicos. Este límite se extenderá a 15 personas para las bodas y 30 para los funerales. A nivel económico seguirán abiertos todos los lugares autorizados por ley siempre y cuando cumplan con las medidas de seguridad vigentes (tapabocas, separación entre mesas de los locales). Los Pubs, restaurantes y cafés cerrarán sus puertas a las 10 de la noche.
El nivel 2 se activará cuando haya más de 100 casos por 100 mil habitantes. En este nivel no se permitirán las reuniones de personas de distintos hogares en lugares públicos y privados. Las bodas tendrán un límite de 15 participantes al igual que los funerales. En términos de actividad económica se espera que los anuncios contengan restricciones adicionales, entre ellas que el transporte público se limite a viajes por trabajo que no se puedan hacer desde el hogar.
Si las restricciones de nivel dos no logran contener el número de contagios, se activará el nivel 3 que prohibirá todo contacto social fuera del hogar. En el nivel 3 se cerrarán pubs, restaurantes, cafés y el resto de lugares de entretenimiento. Es el paso previo a lo que Boris Johnson ha denominado la “opción nuclear”: el confinamiento total.
Una buena parte del norte de Inglaterra entrará automáticamente en el nivel 3 a partir del miércoles dado el número de casos acumulados en la última semana. Nottingham tiene 734 por 100 mil habitantes, Liverpool 528, Newcastle 478 y Manchester 427.
Los casos en el norte se vienen duplicando mientras que en Londres, por ejemplo, están estancos. La tasa R de reproducción de contagios, que depende del número de infecciones y su capacidad de multiplicarse en el resto de la población, es de 1,37 en Yorkshire, norte del país, y 0,97 en Londres.
Son dos países: el norte empobrecido y desindustrializado frente al sur afluente y dominado por el sector financiero y de servicios. A esta fisura económico-social se suma un sistema de gobierno centralizado – unitario diríamos en Argentina – en que las decisiones locales se toman en Westminster con escasa o nula consulta y cooperación con las regiones. El coronavirus está exponiendo como nunca los puntos de fractura de este sistema. El fin de semana, en una conferencia de prensa de municipios del norte del país, encabezada por el alcalde de Manchester, el laborista Andy Burnham, los líderes de las principales ciudades dejaron en claro que se opondrán a las medidas gubernamentales.
En un comunicado conjunto el domingo por la noche, los líderes del norte oficializaron una alianza informal señalando que las medidas son desproporcionadas y que el gobierno no está prestando el apoyo económico necesario para afrontar el cierre de los centros hoteleros, turísticos y de entretenimiento. “El esquema que se ha anunciado no es suficiente. Estos sectores enfrentan la quiebra si no se modifican las ayudas anunciadas”, señaló el comunicado.
Hay señales de que la presión de las regiones, los empresarios y los sindicatos está cambiando la postura oficial. El ministro de finanzas Rishi Sunak dio marcha atrás con la idea de revertir el sistema de reducción de ayuda a pequeñas y medianas industrias anunciado el pasado 23 de septiembre. La idea “fiscalista” del gobierno era que cada negocio debía empezar a mostrar si podía sobrevivir sin respirador artificial para contener el creciente déficit fiscal (un 15% con una deuda superior al 100% del PBI). El revuelo que causó el anuncio fue tal que el gobierno se comprometió el viernes a expandir la ayuda a un pago de dos terceras partes de los salarios de las empresas en dificultades y a una asistencia de hasta tres mil libras por mes para negocios obligados a cerrar por las restricciones.
En el norte de Inglaterra dejaron en claro que esta expansión no es suficiente. “Necesitamos más tiempo, un mensaje gubernamental claro y mucha más ayuda. Creemos que no es necesario cerrar restaurantes y pubs porque no son las principales fuentes de transmisión del virus. Un ajuste mayor de las medidas provocará el cierre y el desempleo masivo de negocios que son perfectamente viables”, señaló el líder del municipio de Gateshead, Martin Gannon.
En medio de negociaciones frenéticas y con el peligro de una silenciosa desobediencia civil, el gobierno tiene el anuncio en el Parlamento y el mensaje a la nación por la noche para evitar una fisura nacional. Pero aún en caso de acuerdo, no está claro si el nuevo sistema de tres niveles será suficiente para evitar un nuevo confinamiento nacional. El viernes el matutino «The Guardian» publicó unas explosivas declaraciones anónimas de miembros del SAGE, el equipo de asesores científicos del gobierno. Según estos expertos, hace tres semanas el nuevo sistema habría sido efectivo: a esta altura de los acontecimientos no contendrá el número de contagios. En tal caso, ¿se atreverá el gobierno a activar la «opción nuclear»?
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/