Durante julio se registró el regreso de millones de trabajadores al mercado laboral en línea con la reactivación económica. En abril, como consecuencia de la emergencia sanitaria Covid-19, el mercado expulsó a 12 millones de mexicanos de la población económicamente activa; al corte de julio poco más de la mitad de ellos (7.2 millones) se ha reincorporado al mercado laboral.
La mayoría de los mexicanos que fueron expulsados de la Población Económicamente Activa (PEA) corresponden a trabajadores que no se encontraban ocupados ni desocupados; fundamentalmente porque no perdieron definitivamente sus trabajos sino se mantuvieron suspendidos «temporalmente» de sus actividades.
De abril a mayo la tasa de participación masculina pasó de 61.3 a 72.2%, mientras que la de mujeres avanzó de 35.0 a 39.2 por ciento. Esta situación reflejó que la reincorporación de ocupados fue principalmente de hombres.
El comercio es el sector en el que se identifican los incrementos más importantes en la reincorporación de trabajadores. La construcción, los servicios turísticos y de transportes y el trabajo doméstico remunerado continúan con niveles bajos de ocupación.
Por su parte la subocupación y la desocupación cedieron de manera muy modesta. La tasa de subocupación pasó de representar el 20.1 a 18.4% de los trabajadores, mientras que la tasa de desocupación bajó apenas de 5.5 a 5.4% de los económicamente activos.
Esta situación reflejó que menos trabajadores están en la necesidad de buscar otro empleo por necesidades económicas o disponibilidad de tiempo. Y que, la población que está desempleada cayó, aunque de manera muy modesta.
Parte de los trabajadores que se han reincorporado a sus actividades laborales se encuentran en el sector informal, uno de los más golpeados por la crisis del Covid-19 y las restricciones sanitarias. Sólo de junio a julio se integraron a las filas de la informalidad 1.7 millones de mexicanos y en el total desde abril suman 6.6 millones los trabajadores que se incorporaron en este sector.
Esto implica que gran parte de los mexicanos que han regresado al mercado laboral lo han hecho pero en ocupaciones informales; que mayoritariamente los excluyen de prestaciones, protección laboral o seguridad social.
Fuente: El Economista