El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó el sábado a miembros del «Estado profundo» en la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), sin presentar evidencia, de trabajar para ralentizar las pruebas de las vacunas del COVID-19 hasta después de la elección presidencial de noviembre.
En una publicación en Twitter, Trump dijo que el Estado profundo «o quien sea» en la FDA estaba dificultándole a las farmacéuticas inscribir a personas en ensayos clínicos para probar vacunas y terapias contra el nuevo coronavirus.
La declaración se produce luego de que Reuters reportó el jueves que un funcionario de alto rango de la FDA declaró que él renunciaría si el gobierno aprobaba una vacuna antes de que se demostrara que era segura y efectiva.
«Obviamente, están esperando retrasar la respuesta hasta después del 3 de noviembre. Hay que concentrarse en la velocidad, y salvar vidas«, escribió Trump, etiquetando al comisionado de la FDA, Stephen Hahn, en el tuit.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, la calificó de «afirmación peligrosa» y declaró que el mandatario «se había pasado de la raya» al acusar a la FDA de jugar a la política.
No fue posible contactar inmediatamente a la FDA para que se refiriera al tema.
Las farmacéuticas en coordinación con la FDA y los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) están acelerando su producción. Al mismo tiempo se realizan pruebas para responder lo antes posible con una vacuna para el COVID-19, que ha provocado la muerte de casi 800,000 personas en todo el mundo.
Trump a menudo usa Twitter para criticar a agencias federales, a veces acusándolas de estar controladas por el «Estado profundo» en una presunta referencia a funcionarios públicos que, a los ojos de Trump, están determinados a perjudicar su agenda.