La Corte Suprema de Brasil rechazó este viernes apelaciones presentadas por aliados de la presidenta Dilma Rousseff para detener un proceso de impugnación en su contra iniciado esta semana en el Congreso, una decisión que agudizará la inestabilidad política en la mayor economía de Latinoamérica.
Los jueces Celso de Mello y Gilmar Mendes rechazaron dos apelaciones de legisladores de la coalición en el poder, incluyendo un recurso presentado por congresistas del oficialista Partido de los Trabajadores (PT). Una tercera apelación presentada por el Partido Comunista Brasileño (PcdoB) aún no había sido definida, dijo una portavoz de la corte.
La oposición sostiene que Rousseff violó leyes presupuestarias para salvaguardar estímulos económicos durante su exitosa campaña de reelección el año pasado. La presidenta, que ocupa el cargo desde el 2011 y fue reelecta hace un año, niega haber incurrido en irregularidades.
El vicepresidente Michel Temer, que representaría a Rousseff de concretarse la impugnación y que ha evitado aparecer en público desde el inicio del proceso el miércoles, dijo al diario Folha de S. Paulo que espera que las deliberaciones “pacifiquen” el escenario político brasileño.
Pese a que el proceso no terminaría con la salida de Rousseff del poder, éste agrega un obstáculo más a un gobierno que enfrenta un estancamiento en Brasilia mientras busca el respaldo del Congreso para aplicar políticas destinadas a reactivar el crecimiento económico.
El panorama político de Brasil se ha visto remecido por un escándalo de corrupción que implicó sobornos a políticos por parte de ejecutivos de compañías estatales.
Se espera que Rousseff sobreviva a los procedimientos por la influencia de su partido y de sus aliados, ya que por ahora parece controlar suficientes escaños legislativos para superar a los votos de los congresistas que desean llevar adelante el juicio político.
El gobierno dijo que, en un cálculo aún conservador, cuenta con el firme apoyo de 140 legisladores en la Cámara baja brasileña, por debajo de los 172 votos necesarios para bloquear el juicio político, aunque está buscando más respaldo, dijo un asesor de la mandataria.
Fuente: La Jornada