El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)concretó alianzas con grupos criminales dedicados a la venta de droga al menudeo, extorsión, secuestro e, incluso, robo a transporte público en la Ciudad para perpetrar el ataque al jefe de la policía local, Omar García Harfuch, que dejó como saldo tres muertos, cinco heridos y 19 detenidos.
Los avances en la investigación refieren que en el atentado utilizaron a gente de La Unión Tepito, del Cártel de Tláhuac y del grupo ACME, de reciente formación y| asentado en la alcaldía Gustavo A. Madero, que proporcionó vehículos, bodegas y casas donde los sicarios estuvieron previo al ataque.
Las investigaciones de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México también apuntan a que Julio César Montero Pinzón, El Tarjetas, operador de confianza del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, ordenó el atentado, en el que la organización invirtió varios millones de pesos para la compra de armamento, vehículos, renta de inmuebles y pago a los sicarios.
Fuentes de la institución revelaron a EL UNIVERSAL que Montero Pinzón, jefe de plaza del CJNG en Puerto Vallarta, Jalisco, envió a José Armando “N”, El Vaca, para que planeara y ejecutara el ataque contra el funcionario capitalino.
De acuerdo con las fuentes ministeriales, desde el 9 de junio estuvieron comprando vehículos en efectivo, además del armamento, entre el que destacan cinco fusiles Barrett, un lanzagranadas, 34 armas largas automáticas y 51 bombas molotov, con la intención de incendiar la unidad en la que iba el secretario.
Lo que llama la atención a las autoridades sobre los detenidos es que estaban preparados para mantener una versión ante la autoridad, con el objetivo de desviar la investigación. Todos dijeron ser albañiles, artesanos o campesinos.
La organización conocida como ACME se dedica al robo de transporte publico, a transeúnte y a casa-habitación, y apenas en febrero pasado empezaron con la venta de drogas al menudeo, ocupando puntos de distribución que pertenecían a La Unión Tepito, y con la alianza prometida del CJNG buscaban expandir su actividad ilícita.
Se sabe, incluso, que de una bodega perteneciente a esta banda salió la camioneta con logotipos de Grupo CARSO, que le cerró el pasó al convoy del secretario de Seguridad Ciudadana. Mientras que la gente de La Unión de Tepito hizo el trabajo de halconeo.
Por su parte, los del Cártel Tláhuac proporcionaron personal y lugares donde se resguardarían los sicarios contratados; estos intentaron esconderse en las fronteras de la Ciudad —en las alcaldías Gustavo A. Madero y Tláhuac— por la facilidad que les daba la zona para escapar.
Fuente: El Universal