La oportunidad de hacer las cosas bien está en la educación. Tras la intermediación,inacabable lista de fallas , limitaciones, omisiones que han acompañado al combate del Covid-19; el gobierno federal tiene las oportunidades idas y responsabilidad de trazar un proyecto oportuno e indispensable para atender las particularidades que tendrá el próximo ciclo escolar.
Son mañas o menos tres meses de ahora al supuesto inicio de clases del ciclo entrante, más o menos el tiempo que tuvo López Obrador para preparar al país para la pandemia que por estas fechas registra uno de los puntos más altos de la curva, que desde hace 15 días el mandatario dijo tener domada y por el contrario las cifras siguen su rumbo creciente.
En enero el mundo ya sabía que se incubaba una epidemia de la que habían trascendido informes desde noviembre, pero fueron ocultados por las autoridades locales de China hasta que reventó el problema y hubo de intervenir el gobierno nacional con acciones contundentes.
Estados Unidos, que desde hace un par de meses se convirtió en el epicentro sufrió a causa de las omisiones y desdén del presidente Donald Trump que al principio dijo que todo estaba bajo control, que se morían más de gripe. Hoy el vecino país se encamina a los 100,000 muertos y más del millón 500 mil infectados, a pesar de la paralización nacional que desde hace un par de semanas va venciendo las resistencias para reanudar las actividades laborales y personales, pero con un saldo que rebasa los 36 millones de desempleados que han solicitado los recursos del desempleo a que tienen derecho. Por confirmar está si Trump ignoró informes de inteligencia y hasta un comunicado de uno de sus principales asesores económicos, Peter Navarro, quien en enero anticipó un memorándum advirtiendo de una epidemia de graves consecuencias para la economía.
En México también había información, a fines de enero la Organización Mundial de la Salud hizo saber que el entonces llamado Coronavirus se había pasado al nivel de epidemia con visos de pasar a pandemia, estéril resulta recordar que mientras su vocero hacía recomendaciones, el presidente las ignoraba o sugería acciones contrarias. La lista de omisiones en el país es larga, empezando por la venta de material médico a China que un par de meses después se debió comprar a precios más caros. La parálisis de gran parte del sector salud, empezando por la tardía convocatoria del Consejo Nacional de Salubridad y su errática intervención inicial, la opaca acción del Seguro Social en la adquisición de equipos y materiales, la preparación de hospitales e instalaciones adicionales que se ha reflejado todos los días, pero todos, porque no ha habido uno solo que no registre protestas y reclamos del personal que carece de lo indispensable para cuidar su vida y hacer su trabajo.
Sí, lo expresado en párrafos anteriores se sabe, pero no está de más recordarlo, hace falta mucho más.
Porque a la vista está el cierre del ciclo escolar 2019-20, en algunas entidades federativas terminará a distancia y en otras presencial, dependerá de los criterios que sigan las autoridades ante los riesgos que significa el Covid-19, de entrada 22 estados ya informaron que los alumnos finalizarán con clases en línea. Bueno, en Puebla el gobernador ya aprobó a todos…
Hace falta que se fijen las fechas para el inicio del ciclo 2020-21, lo que desde hoy sabemos es que no será fácil, que hay retos y circunstancias extraordinarias.
Alumnos y maestros regresarán con una carga de experiencias de todo tipo que hacen indispensable advertir y desarrollar acciones diferentes a las de costumbre. Entregar libros de texto, regalar mochilas y uniformes será lo de menos, porque lo fundamental será explicar a los niños que murieron algunos maestros, que entre sus compañeros estan los que perdieron familiares, tal vez algunos a su padre o madre, que sus hábitos tendrán que cambiar, empezando por los de limpieza, el acercamiento físico ya no podrá ser igual, deberán acostumbrarse a limpiar con frecuencia sus útiles y objetos personales; que el lápiz y la pluma que algunos muerden con fruición ya no se presta y como eso mucho más.
Los maestros, por su parte tendrán que hacer su propio proceso de duelo y cambio y no es poca cosa, porque seguramente su carga emocional será mayor ante lo que no pudieron hacer en el ciclo anterior, lo que perdieron o sufrieron durante la pandemia y las nuevas reglas que deberán practicare con sus alumnos.
Un reto de grandes dimensiones lo tienen las escuelas, son muchos los planteles que carecen de baños, vaya no tienen ni siquiera agua corriente, sus instalaciones son precarias y para mejorarlas necesitan algo más que los 150,000 pesos que les prometieron.
De nuevo el gobierno que se autodenomina de la cuarta transformación tiene enfrente la obligación de diseñar, planear y ejecutar un proyecto netamente social. Ya veremos si responden a la altura de las necesidades del puebl o también la culpa es de los conservadores, de los de antes, de los neoliberales o por fin se dan cuenta que tienen 18 meses en el poder, que ya estan llegando al 25 por ciento del tiempo de que disponen para cumplir con el México próspero y renovado que prometieron.