Pero hay que asegurarse de que se estén confrontando las mismas cosas.
Por ejemplo, Estados Unido tiene muchas más muertes por Covid-19 que cualquier otro país. Hasta el 24 de abril, hubo un total de más de 50 mil fallecidos, según el reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero Estados Unidos tiene una población de más de 328 millones de personas.
Si se toman los cinco países más grandes de Europa occidental (Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y España), su población combinada es de aproximadamente 320 millones.
Y el número total de muertes por coronavirus registradas en esos cinco países, al 24 de abril, es de más de 96 mil, casi el doble que en EU.
Los datos no siempre cuentan la misma historia en todos los países.
Entonces, las estadísticas individuales no cuentan la historia completa.
Para que las comparaciones sean útiles hay dos cuestiones generales a considerar, dice Rowland Kao, profesor de Ciencia de Datos en la Universidad de Edimburgo, Reino Unido.
«¿Los datos a comparar significan lo mismo? Y ¿tiene sentido contrastar dos conjuntos de números si la epidemiología (todos los demás factores que rodean la propagación de la enfermedad) es diferente?».
Contando muertes
Veamos primero algunos de los números. Existen diferencias en cómo los países registran las muertes por Covid-19.
Francia, por ejemplo, incluye muertes en residencias en los números que recolecta todos los días, pero las cifras diarias de Reino Unido solo incluyen muertes en hospitales.
No todos los países cuentan los muertos por coronavirus con los mismos criterios.
Tampoco hay un estándar internacional aceptado para medir las muertes, o sus causas.
¿Es necesario que alguien se haya realizado una prueba de coronavirus para ser incluida en las estadísticas o son suficientes las sospechas de un médico?
¿Es necesario que el virus sea la causa principal de muerte o es suficiente con que haya alguna mención en un certificado de defunción?
Tasas de mortalidad
Hay mucho interés en las tasas de mortalidad, pero también hay diferentes formas de medirlas.
Una es la proporción de muertes sobre casos confirmados. De todas las personas que dan positivo por coronavirus, ¿cuántas mueren?
Pero, una vez más, los países están realizando pruebas de maneras muy diferentes.
Las medidas para evitar el contagio también difieren según los países.
Reino Unido realiza las pruebas del coronavirus principalmente a personas que están lo suficientemente enfermas como para ser internadas en el hospital.
Eso puede hacer que la tasa de mortalidad parezca mucho más alta que en un país que tenga un programa de pruebas más amplio.
Cuantas más pruebas realice un país, más personas encontrará que tienen coronavirus con síntomas leves o tal vez sin síntomas.
Por lo tanto, la tasa de mortalidad tomando como referencia los casos confirmados no es la misma que la tasa de mortalidad general.
Otra medida es cuántas muertes ocurrieron en comparación con el tamaño de la población de un país. Por ejemplo, el número de muertes por millón de personas.
Pero eso está determinado en parte por el momento en que el brote haya alcanzado a cada país.
Si el primer caso de un país fue en las primeras etapas del brote global, entonces ha tenido más tiempo para que aumente su número de muertos.
El gobierno de Reino Unido compara cómo le fue a cada país desde que registró su muerte número 50, pero incluso eso plantea algunos problemas.
Un país que haya alcanzado los 50 muertos más tarde desde que apareció el brote debería haber tenido más tiempo para prepararse para el virus y reducir el número de decesos.
Al estudiar estas comparaciones, también es importante resaltar que la gran mayoría de las personas que se infectan con el coronavirus se recuperarán.
El tamaño de la población de un país también influye en las comparaciones.
Factores políticos
Es más difícil confiar en los datos que provienen de países con sistemas políticos estrictamente controlados.
¿Es precisa la cantidad de muertes reportadas hasta ahora en países como China o Irán? Realmente no lo sabemos.
Calculado el número de muertes por millón de personas de su población, las cifras de China son extraordinariamente bajas, incluso después de que revisó al alza la cifra de muertos en Wuhan en un 50%.
Entonces, ¿podemos realmente confiar en los datos?
Factores poblacionales
Son muchos los factores a tener en cuenta a la hora de comparar datos entre países.
También existen diferencias reales en las características poblacionales de los distintos países.
Los datos demográficos son particularmente importantes, como la edad promedio o el lugar donde vive la gente, por ejemplo.
Se han hecho comparaciones entre Reino Unido y la República de Irlanda, pero surgen problemas.
Irlanda tiene una densidad de población mucho menor y un porcentaje mucho mayor de personas que viven en zonas rurales.
Tiene más sentido comparar la ciudad y el condado de Dublín con una zona urbana en Reino Unido de aproximadamente el mismo tamaño (como Merseyside), que intentar comparar los dos países en su conjunto.
También se debe asegurar en la comparación el rango de edad en las diferentes poblaciones de los países.
Una comparación de las tasas de mortalidad entre países de Europa y África no necesariamente funcionaría, porque los países de África tienden a tener poblaciones mucho más jóvenes.
Y sabemos que las personas mayores tienen más probabilidades de morir de Covid-19.
Los diferentes sistemas de salud también tienen un impacto sobre los datos a contar.
Diferentes servicios de salud
Por otro lado, la mayoría de los países europeos tienen sistemas de salud mejor financiados que los de la gran cantidad de países africanos.
Y eso también tendrá un efecto sobre la gravedad del efecto del coronavirus en un país, al igual que factores como la facilidad con que las diferentes culturas se ajustan al distanciamiento social.
Los sistemas de salud obviamente juegan un papel crucial al tratar de controlar una pandemia, pero no son todos iguales.
«¿Las personas van al médico? ¿Qué tan fácil es llegar a los hospitales? ¿Hay que pagar para recibir un buen tratamiento? Todas estas cosas varían de un lugar a otro», dice el profesor Andy Tatem, de la Universidad de Southampton, Reino Unido.
Otro factor importante es el nivel de comorbilidad. Esto significa la cantidad de otras afecciones, como diabetes, enfermedades cardíacas o presión arterial alta, que las personas pueden tener cuando se infectan.
Pruebas
Los países que hicieron muchas pruebas en el comienzo de la pandemia y un seguimiento de los contactos de cualquier persona infectada, parecen, hasta el momento, haber tenido más éxito para frenar la propagación de la enfermedad.
Tanto Alemania como Corea del Sur han tenido muchas menos muertes que los países más afectados.
El número de pruebas per cápita puede ser una estadística útil para predecir tasas de mortalidad más bajas.
Algunos países llevaron a cabo más pruebas que otros.
Pero no todos los datos de las pruebas son iguales: algunos países registran el número de personas examinadas, mientras que otros lo hacen con el número total de pruebas realizadas (muchas personas necesitan hacerse más de una prueba para obtener un resultado preciso).
También se debe tener en cuenta el momento en que se hicieron las pruebas y si los análisis se realizaron principalmente en hospitales o en la comunidad.
Alemania y Corea del Sur llevaron a cabo una estrategia agresiva de pruebas desde el principio, y aprendieron mucho más sobre cómo se estaba propagando el virus.
Pero Italia, que también realizó muchos análisis, ha sufrido un número relativamente alto de muertes.
Italia solo aumentó sustancialmente su capacidad de hacer pruebas después de que la pandemia ya se había esparcido.
Las comparaciones son difíciles
Es probable que tengamos que esperar a que la epidemia termine para saber qué país enfrentó mejor al coronavirus.
Entonces, ¿hay algo útil en todas estas comparaciones?
«Lo que se quiere saber es por qué un país está mejor que otro, y qué se puede aprender de eso», dice el profesor Jason Oke de la Universidad de Oxford.
«Y llevar a cabo pruebas parece ser el ejemplo más obvio hasta ahora».
Pero hasta que no termine esta epidemia, no será posible saber con certeza qué países han enfrentado mejor el virus.
«Ahí es cuando realmente podremos aprender las lecciones para la próxima vez», dice el profesor Oke.