Si se teme que el número de infectados por coronavirus en Europa supere los 560.477 reconocidos este sábado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), dado que muchos enfermos permanecen sin diagnosticar, las cifras de vidas que se lleva por delante la pandemia no es mucho más veraz. El criterio de la OMS establece que todos los casos tienen que ser confirmados en un laboratorio y no únicamente a través de análisis clínicos. Pero cada país aplica sus propios métodos a la hora de reportar las cifras de contagios y fallecimientos dentro de sus fronteras. Algunos como Alemania o Francia (hasta esta semana) no incluían a los ancianos fallecidos en residencias o en su domicilio.
España
Es uno de los países donde no de contabiliza a los fallecidos sin ser diagnosticados previamente. Asimismo, como alertaba en su último número el semanario “The Economist”, tampoco se estaría teniendo en cuenta los casos de personas fallecidas por otras dolencias pero que al acudir al hospital no pudieron recibir una atención adecuada por el colapso de los centros médicos.
A las dudas sobre las cifras se añade el hecho de que cada Comunidad Autónoma utiliza su propio criterio. Según un reciente informe del Instituto de Salud Carlos III, más de la mitad de las muertes por Covid-19 en algunas comunidades no se han contabilizado. Más allá de que los mayores casos de registren en Madrid y Cataluña, en Castilla y León, por ejemplo, entre el 17 y el 24 de marzo, se registró un total de 885 fallecimientos, cuando la media de defunciones de otros años rondaba los 500, según dicho estudio.
Añadiendo el problema de la por ahora escasa penetración de test rápidos en el país, que impide diagnosticar masivamente la presencia del patógeno entre la población, el número real de contagiados y muertes podría ser más elevado.
Italia
El país transalpino tiene el mismo problema en cuanto a la escasez de pruebas, por lo que las cifras podrían ser más altas que las 14.681 oficiales. En su caso, tiene en cuenta como víctimas a todos los que hayan dado positivo de Covid-19. Pero el caso es que, pese a haberse contagiado, pueden haber muerto por una causa distinta. Por eso, el Instituto Superior de Sanidad hace un estudio a posteriori para determinar las causas exactas del deceso. De ahí que Angelo Borrelli, el jefe de Protección Civil, que anuncia las cifras diarias, hable de muertos “con” y no “por” coronavirus.
Francia
En Francia, solo se contabilizan los muertos en centros hospitalarios dejando hasta ahora al margen las defunciones en las 7.000 residencias de ancianos repartidas por todo el país o en domicilios particulares. Todo cambió cuando el jueves el Gobierno francés anunció casi 900 víctimas mortales de la tercera edad, lo que elevó considerablemente el saldo global.
Reino Unido
Los test se han limitado a hospitales y a aquellos que presentaban síntomas graves de tener coronavirus, por lo que es otro de los países que presentaría una tasa de mortalidad irreal toda vez que amplias capas de la población quedan sin diagnosticar. El 5 de marzo se incluyó el Covid-19 en la lista de enfermedades que hay que notificar obligatoriamente como causa de muerte, cosa que no sucede con otros problemas respiratorios como la neumonía. El Gobierno de Boris Johnson fue uno de los más rezagados en tomar medidas restrictivas para frenar la pandemia.
Alemania
Es el país que genera más dudas por el escaso número de muertes registradas en comparación con la cifra de contagios (0,72%). Según declaraciones del Instituto Robert Koch, que maneja los datos en Alemania, “todas las muertes relacionadas con la enfermedad del Covid-19 se registran en los datos de notificación: tanto las personas que murieron directamente por la enfermedad como los pacientes con enfermedades subyacentes infectados y para los que no es posible probar claramente cuál fue en última instancia la causa de la muerte”.
En este último caso, si hubiera sospechas respecto al patógeno como causante del deceso, se podría “examinar post mortem”, pero no está claro si se hace autopsia. Es decir, que mientras Alemania presenta un alto número de contagios porque es diligente a la hora de detectar el virus entre sus ciudadanos, podría estar registrando menos fallecidos de los que tiene realmente.
Bélgica
La Sociedad Belga de Gerontología y Geriatría ha enviado un comunicado a los médicos del país informando de que los ancianos que se encuentren en residencias y presenten enfermedades como demencia o severos problemas físicos que les debilitan hasta el punto que contaban con un diagnóstico previo de muerte de 12 meses, únicamente recibirán tratamientos paliativos.
Una decisión motiva por la saturación de los hospitales y a los que únicamente puede ofrecer tratamientos que prolonguen su vida, pero tienen pocas posibilidades de recuperación. Motivo por el que se recomienda que estos cuidados paliativos se apliquen en las residencias, ya que en los hospitales no pueden hacer más por ellos.
Países Bajos
Un sistema similar se aplica en Países Bajos, donde no se hospitaliza a los ancianos, a los que recomienda que sigan en sus casas o geriátricos para evitar el colapso del sistema sanitario. Cómo en Bélgica, no se incluyen en sus listas de decesos a los ancianos fallecidos con coronavirus en residencias o en sus domicilios.
Fuente: La Razón