Al Tren Maya nada lo detiene. Este tren se construirá llueve, truene o relampagueé, declaró este fin de semana en Campeche AMLO. Ya hemos dicho que la administración de la 4ª T tiene poco o nulo interés en la ecología y la conservación de nuestros recursos naturales. Necesita dinero para que Morena se quede en el poder al menos otros seis años, ya que las elecciones cuestan y cuestan mucho.
Para muestra la incongruencia de sus proyectos sexenales: resucitar a Pemex cuando todo mundo anda en la reconversión energética hacia energías limpias. Para variar le vamos a hacer el trabajo sucio a los gringos. El aeropuerto de Santa Lucía. A la 4ª T le urge dinero y en gran cantidad con la excusa de siempre: la creación de empleos, la reactivación de nuestra decaída economía.
Bolsonaro ve en el Amazonas la manera de producir dinero para lograr resucitar la maltrecha economía brasileña. Es una forma “natural” de mirar el capital de vida con ojos codiciosos desde la perspectiva del neoliberalismo económico.
La idea del tren Maya es una perfecta analogía de los Homo sapiens (mono pensante), pero prefiero seres humanos. El H. sapiens sobrevivió una especie con apenas 315 mil años (es el fósil más antiguo de un H. sapiens que se encuentra en Marruecos) y el género Homo con apenas 3 millones de años. Pero es apenas hace 70 mil años que el Hs detonó un desarrollo como especie sin precedente.
Este desarrollo permitió que el crecimiento demográfico del hombre y que ocupara toda clase de ecosistemas y los explotara desde hace 12 mil años con la revolución agrícola.
El H. sapiens sobrevivió a otras seis especies conocidas de homínidos por su capacidad de organizarse por medio de realidades ficticias a decir del joven historiador de la Universidad Hebrea de Jerusalén el Dr. Yuval Noah Harari nacido en 1976. A decir del autor, el hombre es el sospechoso directo de la desaparición de el H. neanderthalensis hace 30 mil años, y del H.
forensis hace 13 mil. También de la megafauna y flora de los ecosistemas que fue ocupando.
En el ámbito de la antropología a esta singularidad de organizarse a través de creaciones imaginarias colectivas se le conoce como cultura. Según la semiótica esta cultura es un sistema de creencias significativas que rige la vida social. Uno de ellos alimentado en el mundo occidental es que el individualismo (el bienestar del individuo) cuyo ideal es el american way of life. Consumismo y dinero producen la felicidad.
Según el historiador la ficción que más ha unificado al hombre desde hace más de 5 mil años es la invención del dinero. A últimas fechas dice Harari estamos viendo el desplome de la organización política-social primigenia: la familia y la comunidad. Han sido sustituidas por el estado (y estos contralados por los conglomerados económicos) y el mercado.
¿Somos más felices ahora que cuando éramos cazadores, hacia dónde se dirige la humanidad?, se pregunta Harari. Nuestro actuar está destruyendo la naturaleza que nos soporta y hemos empedrado el camino de altos riesgos que vaticinan catástrofes para el H. sapiens, le contesto desde esta humilde tribuna. El tren está arrasando la biodiversidad del planeta, nada lo detiene.
Le he contado querido lector cómo durante la emergencia de la epidemia de la influenza se cerró la llegada de turistas a muestra isla por un par de meses. Los que teníamos la fortuna de un empleo que no dependía del turismo tuvimos ingresos pero la mayoría de la gente, no. Así que, nos organizamos de una peculiar y antigua manera de producción e intercambio de bienes, el trueque.
Un señor nos pintó la casa a cambio del supermercado para su familia. Yo cambié un curso de buceo para su hijo por 10 comidas a la dueña de un restaurante. Este tipo de acciones se multiplicó con imaginación durante lo que duró la emergencia.
Aprendimos a cuidar los bienes y administrarlos, a vivir con lo suficiente. Lo mismo nos enseñó el paso del huracán Wilma en 2005.
Esto nos enseña sin duda que debemos de cambiar la manera como consumimos los recursos naturales y los bienes que de ella se derivan para nuestra sobrevivencia como especie: el agua, el aire y la comida.
Este viernes la rabia de una pequeña de 16 años sacudió las conciencias. Greta Thunberg nos ha dicho desde la ONU “¿cómo se atreven a negarme un futuro, a jugar con mi sobrevivencia?. Ustedes se han robado mis sueños, mi infancia, con sus palabras vacías. Nuestros ecosistemas se están colapsando. Estamos ante el comienzo de una extinción masiva y de lo único que ustedes pueden hablar es de dinero y de un cuento de hadas de crecimiento económico. ¡¿Cómo se atreven?¡ Los ojos de nuestra generación están en ustedes y vemos como nos están traicionando. Si eligen fallarnos, nunca se los vamos a perdonar. No los vamos a dejar salirse con la suya. Aquí y ahora marcamos el límite. El cambio viene, les guste o no”
Lo ha demostrado con acciones: primero su huelga, después viajando y llevando sus propuestas cuando se supo ejemplo y líder. Después con congruencia, su viaje a Estado Unidos para hablar ente el congreso en Washington y en NY ante la junta de acción climática de la ONU que reunió a varios líderes entre ellos Donald Trump, lo realizó en un bote cero emisiones. Nosotros vamos a tomar las riendas les guste o no, declaró en marzo pasado.
El periódico inglés The Times, famosos por negar la ciencia del cambio climático, por afirmar que los homosexuales se victimizan y esto no les ofrece ninguna inmunidad, se ha dedicado a desprestigiar el movimiento de Thunberg alegando oscuros intereses económicos de las empresas verdes detrás de ella. Su padre y manager ha declarado que Greta es independiente
Greta también demandó legalmente ante la UNESCO junto con otros 15 jóvenes y niños a Brasil, Alemania, Francia, Argentina y Turquía por inacción de sus gobernantes de un tratado que firmaron ante las Naciones Unidas (y donde debiera estar incluido México) violando los derechos de las generaciones futuras a un ambiente sano y calidad de vida.
Y su ejemplo movió a millones de niños y jóvenes por todo el mundo cuando hace un año ella sola a las afueras del parlamento en su natal Suecia hacía huelga por el clima faltando a la escuela cada viernes.
Su movimiento: Viernes por el Futuro. Es su ejemplo pero sobre todo, su rabia y su calidad moral ha cundido como un incendio, como una fuerza incontrolable. El planeta necesita millones de Gretas, de Plataformas Salvemos el Humedal, de Jean Michel Cousteau, de Sylvia Earle, de personas conscientes y coherentes, con calidad moral que cambien sus patrones de consumo. Por nuestro futuro y sobre todo el de la generación de Greta.
Acciones positivas y efectivas ante una amenaza real.